Falta el director deportivo

La mentalidad ganadora de Dani Alves y sus ganas de trabajar le pueden venir bien al vestuario y ser un buen ejemplo para los jóvenes. Probablemente, su aportación será mayor en el vestuario que en el campo. No nos engañemos. Tiene 38 años y habrá estado 4 meses sin competir. No parece que vaya a ser titular y cuando vuelva a coger el ritmo ya casi se estará acabando la temporada. Además de darle todo el poder en la parcela deportiva a Xavi, Laporta, le está haciendo todas las concesiones que puede. De hecho, el presidente decía a los periodistas el jueves que no ficharían a Alves y el viernes lo anunciaban. A Xavi hay que permitirle que se rodee de su gente de confianza, sobre todo en el primer equipo, pero no darle las llaves del club. Otorgarle todo el poder al entrenador del Barça sabiendo que se sienta, cada tres días, en una silla eléctrica es una temeridad. Ni Guardiola pudo escoger al Director Deportivo en 2008. Al Barça no le conviene una autocracia sino una estructura con los mejores profesionales independientes en cada área, aunque no sean íntimos de Xavi. Es bueno que haya un contrapoder. Además, el entrenador ya tiene suficiente volumen de trabajo gestionando el primer equipo como para ocuparse de controlar que funcione toda la estructura deportiva. Por eso, la figura del Director Deportivo parece imprescindible. Y no se entiende que Jordi Cruyff o Puyol no estén todavía ocupando ese cargo. Mateu Alemany es un magnífico ejecutivo pero necesita alguien a su lado con criterio deportivo para descubrir al nuevo Pedri o Araujo ●