La contradicción de Pedrerol
La clasificación de España obligó a Pedrerol a dar un giro en sus planteamientos
Anivel televisivo, Pedrerol ha liderado el acoso y derribo al trabajo ejecutado por Luis Enrique al frente de la selección española, especialmente en los últimos meses. Llegó a lamentar que la selección se había convertido en “el cortijo de unos pocos” que estaba formado “por unos jugadores agradecidos y fáciles de controlar”. Aseguró sentirse “desenganchado” y con cierto desapego emocional respecto a la selección. (El Chiringuito 10/10/21). Pero, a pesar de las críticas acumuladas y las dudas generadas, la selección española se ha clasificado para el Mundial de Qatar. La victoria ante Suecia ha obligado a Pedrerol a un replanteamiento con el que quizá no contaba. El lunes el presentador empezaba anunciando que “España estará en el Mundial de Qatar” pero en la noticia solo vimos una vez el gol de Morata y cuatro veces la ocasión de Emil Forsberg con un disparo cruzado. Después de mostrar las celebraciones, las alegrías y el resumen del partido, llegaba la parte negativa: “Había que ganar pero el partido fue preocupante” decía Pedrerol. “Mucho dominio de balón y poco más” añadía. En el programa aseguraron que en La Cartuja “se notaba el miedo”, ya fuera por cómo sonaba el público en el estadio, por las caras de Luis Enrique (que ponían ralentizadas para hacerlas más dramáticas) y por las palabras que usó el técnico, destacando las más negativas. También repetían los momentos de desesperación y nervios. Pero cuando llegó el momento del editorial del programa, Pedrerol dio un giro de 180 grados a su posicionamiento: “¡Paremos las críticas! Que si España no juega bien, que si Suecia fue mejor, que si tuvo más ocasiones, que si pasamos miedo, que si nos salvó la campana…”. Resumía todos los argumentos utilizados por él mismo para pedir a la audiencia ponerles punto final, como si no fuesen con él. Se contradecía con lo que acababa él mismo de explicar. Aseguraba con condescendencia que ya habría tiempo para mejorar y que era el momento de celebrar. “Celebrar y dar las gracias. Dar las gracias a la afición de Sevilla”. No a los jugadores, no al seleccionador. Solo a la afición de Sevilla, sin reconocer a los responsables de la clasificación su mérito para trasladarlo a un ente más inespecífico y global. Menos mal que aseguró que era el momento de celebrar ●