¿Depender de sí mismo?
Mateu Alemany, director de fútbol del Barça, después del empate a cero ante el Benfica en un partido tan vibrante como decepcionante por el resultado, decía desde el palco que “el Barça sigue dependiendo de sí mismo”. Exactamente lo mismo opinó Deco, ojeador del mercado brasileño, tras el encuentro de ayer. Cierto. En matemáticas siempre somos los mejores, los campeones del cuento de la lechera. El Barça depende de sí mismo para seguir en la Champions pero... Jugárselo en Múnich, ante el Bayern, no parece la mejor opción con la racha de torturas de los bávaros ante Ter Stegen. De hecho, en la víspera de recibir al Benfica, Xavi y Alba también recordaron que “el Barça depende de sí mismo”. Cierto, ganando anoche, se clasificaba ya para octavos. ¿Cuántas veces dijimos la pasada Liga que el Barça dependía de sí mismo para ganarla? Ante el Granada, ante el Atlético, ante el Levante... Cada vez que este equipo depende de sí mismo, de un tiempo a esta parte, se colapsa. El año pasado se gripaba por falta de fútbol y de actitud. Ahora pincha por falta de gol. Ahora, con Xavi, se corre durante 90 minutos, se ganan los balones divididos (benditas novedades), hay alma e idea, pero el equipo sigue sin gol. Anoche, más allá del poste de Demir, sólo obligó a Odysseas a hacer tres grandes paradas: al propio Demir ,a Alba ya Frenkie de Jong. El delantero, Memphis, sigue cada vez más ofuscado. Cada vez más perdido, más cansado, más torpe a la hora de interpretar lo que debe hacer cuando recibe un balón y vive perpetuamente en fuera de juego. Un partido desesperante, el suyo. Pero sólo está él. Sin Messi ni Griezmann ,los goles los tenían que marcar Ansu Fati, el Kun Agüero y Dembélé y ya sabemos como están. Coutinho, que tiene gol, que es jugador de la selección de Brasil,
Xavi decidió no darle entrada ni en los minutos de la máxima necesidad. Al menos, calentó en la banda. Luuk de Jong, el delantero centro que Alemany fichó sobre la campana para sustituir a Griezmann ,nieso.El Barça venga centrar balones y el único experto cabeceador en el banquillo. ¿Conclusión? El equipo ha metido, en Champions, 2 goles en 5 partidos. Con esta cifra ridícula, por más buenas sensaciones que dejase ayer el equipo, sólo merece ir a jugar la Europa League. Para esa competición, quizá sí nos alcance para intentar ganarla. Ahora, más que soñar que ganar en Múnich, quizá hay que rezar para que el Dinamo logre empatar en Da Luz y clasifique al Barça para octavos. Es otra forma de depender de sí mismo y agradecer los favores de un tercero. Dependemos de ellos. Si los de Kiev puntúan, les tendremos que invitar al Gamper y darles toda la recaudación del taquillaje ●