Y el Cholo suspiró tranquilo
➔ La cara de Simeone fue un auténtico poema tras el tanto de Lemar
➔ Algunas dudas ha despertado el Atlético de Madrid en las últimas semanas. El empate a tres ante el Valencia o anteriormente las igualadas contra el Levante o la Real Sociedad. La derrota con el Milan en la Champions League ha terminado de hacer saltar todas las alarmas. Por ese motivo el partido contra el Cádiz en Liga era vital no sólo para las aspiraciones del equipo en la competición sino para las sensaciones de los rojiblancos de puertas para adentro. Ese estado de ánimo tan importante en el mundo del fútbol.
Por ese motivo cuando el Atlético de Madrid abrió el marcador, Diego Pablo Simeone se sentó con los ojos enrojecidos y suspiró tranquilo. No era para menos porque un partido que en principio parecía fácil se le estaba complicando de nuevo al equipo. Una película que ya hemos visto en más ocasiones esta temporada. Por eso era momento de tomar aire y respirar tranquilo. Se le podía ver en la cara al entrenador argentino que había sufrido mucho en los instantes previos.
Aunque no deja de ser una imagen más propia de un entrenador que ha encajado un tanto que de un técnico que acaba de ver como su equipo se adelanta en el marcador. Pero así de intenso vive el Cholo cada partido.
El tanto llegó en el minuto 56 cuando Lemar cabeceó a la red un impresionante centro de Yannick Carrasco. Un auténtico golazo tanto por el centro como por el remate con una impresionante suspensión del galo. El propio Lemar pudo hacer el segundo unos minutos después, pero falló el mano a mano con Ledesma.
Y llegó el segundo
Ya en el minuto 70 llegó el segundo tanto que dejaba prácticamente sentenciado el encuentro. Centro desde la banda de Marcos Llorente y Griezmann que remató a la red con un gran disparo. Un auténtico golazo que servía al francés para aportarle confianza.
Tras ese tanto, Diego Pablo Simeone lo celebró de otra manera. En esta ocasión recorrió su parcela técnica para terminar abrazándose con su segundo, Nelson Vivas. Al que le dijo algo al oído antes, seguramente que en la semana habían trabajado algún aspecto que se vio en esa jugada.
Después llegarían el tercero y el cuarto. Goles que deben aportar mucha confianza a un equipo que vivió contra el Milan una de sus peores noches de la temporada.Un triunfo balsámico para un exigente final de año que le espera ●
El segundo del Atlético lo celebró abrazándose con Nelson Vivas