“¿MEDALLA? PUEDEN PASAR MIL COSAS”
➔ Prudente ante la fortaleza de las favoritas, José Ignacio Prades viste a las ‘Guerreras’ con piel de cordero sabiendo que tienen dentro un lobo que quiere morder en el Mundial de casa. España está un paso por detrás de las grandes potencias, pero también es capaz de conseguir buenos resultados si alcanza su mejor nivel, como la plata de 2019.
¿Qué sentimiento predomina?
Sobre todo ilusión. Se ha generado muchísima ilusión por celebrar un Mundial aquí y hacerlo bien. Hay también responsabilidad y queremos disfrutarlo, así saldrán las cosas mejor. Si cumplimos con nuestro estilo y disfrutamos, hay más posibilidades de que el resultado sea positivo. Hay que ser valientes, no creo que exista miedo a fallar, la gente está preparada para todo lo que viene.
¿Qué le ha demostrado el equipo en los partidos de preparación?
Muchísima implicación, esfuerzo y trabajo. El grupo ha representado a las mil maravillas todos los valores de nuestro balonmano. Estoy muy contento de la preparación. El equipo ha entendido lo que queremos inculcar y sólo falta que todo fluya y nada ni nadie nos agarrote.
¿En qué punto llegan al Mundial?
El equipo llega bien, con buenas sensaciones y un trabajo físico muy bueno. Creo que el trabajo de todo el cuerpo técnico se va a ver, todo el mundo ha cumplido perfectamente su función y el objetivo es ir creciendo también durante el Mundial.
¿Objetivo de mínimos y máximos?
No me gustaría que hablar de objetivos supusiera una carga. Poner el foco en cada partido es en lo que más hay que fijarse, salir concentradas a la pista siendo fiel a nuestro juego. Si jugamos con intensidad y siendo respetuosas con el trabajo, este equipo es capaz de ganar a cualquiera. El objetivo es pelear por meternos en cuartos, es lo que se le debe pedir al equipo y todo lo que salga a partir de ahí será bienvenido.
Siempre es goloso hablar de medallas cuando llega una gran cita. ¿Usted ve posible ganarla?
No hablamos de matemáticas y pueden pasar mil cosas. No será porque no la queramos ni la ambicionemos. El primer paso está en hacer un buen campeonato, ir partido a partido, si no nos obsesionamos con ir más allá, eso nos puede llevar a cotas muy bonitas. La prudencia debe ser nuestra nota predominante día a día. Es goloso hablar de medallas, pero nuestro compañero Jorge Dueñas comentaba que es muy importante ir con cero expectativas y creo que tiene muchísima razón. Afrontamos todo con cero expectativas para que el día que sigamos avanzando no tengamos que hacer nada diferente.
¿Puede España mirar cara a cara a cualquier potencia?
Es difícil, necesitamos estar muy bien, al 120% de nuestras posibilidades, igual que cuando estemos mal cualquiera nos puede hacer daño. España puede ganar a grandes equipos cuando juega alegre, con muchísima garra e intención. Muy pocas selecciones dirán también que España es un rival cómodo, al contrario, somos incómodos para muchas. ¿Hay algo de milagro con las ‘Guerreras’, como la plata mundial?
El balonmano español pone mucho corazón, garra y entusiasmo. Eso puede ser parte del milagro porque quizás ni tenemos los medios ni somos las más altas ni las más fuertes, pero tiramos de otras cosas que nos diferencian de otras selecciones. Presión creo que no tenemos, la hemos desterrado de nuestro vocabulario para este Mundial. Esa cercanía y ese cariño de la gente más que presionarnos tiene que aliviarnos. Han limitado mucho las pérdidas de balón en los últimos partidos.
Es todo trabajo de las chicas. Ni tenemos la fórmula ni somos magos, las cosas unas veces salen mejor y otras peor. El equipo ha jugado muy concentrado y, al final, ese nivel de concentración nos ha llevado a reducir las pérdidas de balón. Ojalá que siga esta línea, no es sencillo.
Las dos ausencias más importantes son Nerea Pena y Mireya González.
Son dos jugadoras muy importantes, pero ahora no están aquí y el grupo tiene que hacerse fuerte. En esta ocasión creemos que la lista más equilibrada es la de otras 18 jugadoras. Siguen siendo importantes, pero vamos a la guerra con lo que tenemos y el grupo está respondiendo muy bien. Nerea llevaba mucho tiempo sin competir, aunque había mejorado mucho el último mes, y con Mireya hemos considerado que podíamos incorporar a otra jugadora, como Irene Espínola, más polivalente, que puede defender en el centro.
Sorprendió la salida de Carlos Viver después de los Juegos de Tokio. ¿Cómo vivieron esa transición siendo usted su ayudante?
A nadie le gusta ni nadie quería estas circunstancias, pero la federación tomó la decisión. Estamos aquí para que el grupo funcione, es lo que realmente importa ahora, no el cómo ni el porqué, no nos corresponde a nosotros.
¿La decepción de los Juegos aumentó las tensiones internas?
No considero que existieran tensiones internas. No creo que sea momento de sacar cosas que ya pasaron. Fue algo que nadie esperaba y que quizás todos hubiésemos deseado que sucediese de otra manera, pero no hay que darle más vueltas. Hay que estar muy satisfechos de llegar a unos Juegos. Nos quedamos a las puertas de los cuartos y quizás eso le dejó a uno con mal sabor de boca.
¿Hasta cuándo como seleccionador?
No hay confirmación. Me lo pidieron con tanta premura que hablamos de tirar hasta el Mundial, tampoco concretamos demasiado. Lo primordial no era hablar mucho de futuro, sino una necesidad inmediata con el Mundial, en eso nos hemos centrado.
¿Tiene la ilusión de seguir después del Mundial?
Estamos tan metidos en nuestro trabajo que, sinceramente, no me preocupa ni me planteo nada más allá del Mundial y de este mes tan apasionante y bonito que nos espera. Si disfrutamos de este Mundial, seguramente todo lo demás vendrá rodado.
¿Qué se puede esperar de la selección en los próximos años?
El trabajo de años atrás ha sido muy positivo y hay un grupo numeroso. Hay gente con mucha experiencia que es insustituible y habrá que atravesar una pequeña travesía cuando no estén, pero es un proceso natural. Hay que pensar en positivo porque hay muchas chicas que están en la órbita de la selección que pueden entrar. Ojalá que el equipo siga rindiendo igual de bien a pesar de esos cambios ●