Es lo que no hay

El Barça es el séptimo clasificado de la Liga, con un partido menos, a 16 puntos del líder Real Madrid. El miércoles se jugará seguir en Champions en Múnich y sus números de goles marcados y encajados no resisten esta temporada la más mínima comparación. De momento ya ha cambiado de entrenador y las lógicas ilusiones generadas con la llegada de Xavi se apagaron algo ayer al vencer el Betis en el Camp Nou, cuyo público ha visto que en los tres últimos partidos jugados en el estadio (Espanyol, Benfica y Betis) solo ha marcado un gol de penalti polémico.

EL EQUIPO HA MEJORADO fundamentalmente en dos cuestiones: la presión y la intensidad, pero no responde a las muy altas expectativas lanzadas con el cambio. Aún no se ha llegado a la mitad del campeonato y ya parece descartado el luchar por el título de Liga y desde apreciadas tribunas se entiende como normal ir a la Europa League en una rebaja de pretensiones que el barcelonismo no había aceptado nunca a este nivel. La situación deportiva es muy preocupante en un club muy preocupado por sacar adelante la financiación de 1.500 millones de euros para el Espai Barça y centrado en la negociación con el City para incorporar a un extremo, Ferran Torres, cuando el equipo ayer clamó a gritos fichar a un killer.

ES EVIDENTE QUE XAVI NECESITA más tiempo para aplicar su plan porque lleva muy poco al frente del equipo. Las declaraciones ayer de Jordi Alba en el sentido de que el Betis era “un rival directo” reflejan el estado actual de un vestuario en el que hace poco Piqué dijo que “moralmente estaba obligado a dar más a Xavi ”quea otros. Hasta ahora se discutía si la frase acuñada por el propio Piqué y Koeman de “es lo que hay” era poco digna del FC Barcelona. Pero el problema gordo no es tanto lo que hay sino lo que no hay. La falta de gol quedó ayer muy clara ante un gran Betis en el que destacó la defensa de Bartra y los buenos pies de Canales, mientras en el equipo blaugrana solo acciones de Dembelé recordaron al auténtico Barça ●