“PODEMOS SER MEJORES QUE JUAN Y BELA”
➔ Arturo Coello, nuevo número uno del ranking World Padel Tour junto a Agustín Tapia, atiende a MD 24 horas después de conseguir este hito y lo hace tranquilo y natural para hablar con madurez de lo conseguido, de los nervios que pasó o de si pueden ser los nuevos reyes del pádel.
¿Cómo está tras los nervios de la final?
El mar de nervios fue en el 5-4 del segundo set (se ríe). Se me apareció una nube encima de la cabeza. Ahora con más tranquilidad porque el domingo era todo euforia. Ha sido uno de los días más bonitos de mi carrera por no decir el que más.
¿Hubo celebración?
Con la adrenalina dije que sí. Tras cinco horas de coche hasta Madrid, cené en casa con mis amigos y a las 12 estaba en la cama.
¿Cómo han sido las 24 horas posteriores al número uno?
Normales. Ayer comimos con mis padres, mis amigos, mi novia y nos vinimos a Madrid. Por la mañana no hice mucho, cosas de casa, la maleta y la compra.
¿Cuántos mensajes tenía en el móvil?
Muchos y lo agradezco muchísimo. Es una sensación muy bonita que todos los que te han ayudado en tu carrera te escriban. Tenía el móvil lleno.
¿El más especial?
El de un amigo que se llama como yo, Arturo, que estudia medicina y no pudo estar por exámenes. También el de Xavi Selles, con el que he tenido muchas charlas. Esos son los que llenan.
¿Ha vuelto a ver la final de Vigo?
No, qué va. Me da vergüenza ver los puntos importantes.
¿Por qué?
No sabía cómo iba a gestionar las emociones, nunca había estado en una situación parecida. No me avergüenzo de decir que me puse muy nervioso en el 5-4 y, más que por dar a la pelota, por poder mantenerme de pie. Tenía pensamientos que no controlaba.
Pasa un bache en el segundo set, pero en el tercero lo canaliza diferente, se pide calma.
De hecho, hago un gesto con la mano a mi padre. Hace años, cuando él se sentaba en el banquillo y jugaba con Iván Ramírez, nos dijo: “Imaginaos que paseáis por una pasarela que, si está a un metro del suelo, camináis
tranquilos; si está a 10, pensáis que al caer os hacéis daño; y si está a 100 metros ni os movéis”. Lo extrapolé al pádel: cuanta más presión, más difícil es jugar.
Decía que no le da vergüenza decir que se puso nervioso. ¿En qué pensaba?
En cosas que no eran la pista, cómo había cambiado mi vida, cómo había llegado hasta ahí..., nos pasa a todos. Es normal, mi sueño era ser número uno del mundo.
¿Cómo le ha cambiado la vida? En tres años todo ha cambiado.
Mucho y nada a la vez. Es un salto
porque me conoce la gente o me invitan a La Resistencia, pero sigo siendo el mismo, tengo los mismos amigos desde los 12 años, mi novia es alguien que conozco desde pequeños. De cara a fuera pareces otro, pero soy la misma persona.
¿Ha cambiado mucho Tapia?
No te puedo decir porque apenas habíamos hablado. Se decía que no era profesional, disciplinado..., a mí me parece un número uno. Se evade de todo lo que no le interesa para ganar, trabaja y entrena muchísimo. Es un fuera de serie, es puro talento. ¿Cómo vio a Galán y Lebrón, ya los
exnúmeros uno?
A muy buen nivel, sobre todo a Ale, que hizo un partido completísimo. Me alegro mucho de que estén de vuelta y se hayan recuperado de las lesiones. Lo mejor para nosotros siempre es medirnos a los mejores y el deporte crece gracias a partidos así.
¿Están preparados para perder?
Tarde o temprano vamos a perder, es algo que tenemos muy presente. Ojalá que no pase, pero sabemos que el día que perdamos no pasa nada. Es algo natural, no vamos a ganar todos los torneos del año. Es imposible ganar todos los partidos.
Con sus registros les comparan con Juan Martín y Belasteguín. ¿Buscan ser ustedes mismos?
Ni nos lo hemos planteado. Ser Juan y Bela es imposible, podemos ser Agustín y Arturo y estos pueden ser mejores que Juan y Bela si trabajan mucho, con humildad, tiempo y el componente de suerte. Y si no, no pasa nada. Solo que me comparen con la mejor pareja de la historia es un halago. Si se da que hemos podido ponernos en la misma mesa será un honor y, si no, también. Sería muy osado decir que estamos preparados para que nos comparen con Bela