Las lágrimas de toda una afición
La imagen de Darder llorando al término del duelo resume el momento blanquiazul
El Espanyol no está salvado y, de hecho, tiene que remar mucho todavía para lograr la permanencia y no morir en la orilla, pero sin duda que el triunfo logrado en Vallecas es un soplo de aire fresco para el conjunto blanquiazul. Cuando llegó el pitido final las cámaras mostraron a un Sergi Darder visiblemente emocionado en el banquillo. Llorando, liberando toneladas de tensión acumulada durante casi 100 minutos que se hicieron eternos. Escenificando a la perfección
aquello de que una imagen vale más que mil palabras.
No lo está pasando bien el perico esta temporada. Como consecuencia de errores propios se encuentra el Espanyol en una situación crítica. Tanto, que a algunos les ha costado resistirse a tirar la toalla cansados de sufrir y conscientes de que el equipo no hacía más que dar muestras de navegar a la deriva. Pero de repente llega este triunfo y, sin excepción, el espanyolismo vuelve a creer. Una vez más apretando el puño con fuerza negándose a aceptar la derrota. Una vez más aceptando que sufrir parece ser algo intrínseco con el propio sino de este club. Una vez más luchando contra la lógica, como le ha tocado hacer a lo largo de su historia más veces de las que querría.
El RCDE Stadium será clave
El Espanyol finalizará esta 35ª jornada con 34 puntos, a 1 de Valladolid y Getafe, que prometen ser sus rivales en una Liga a tres bandas en el que el campeón se llevará como premio la permanencia. Porque Celta, Almería, Cádiz y Valencia todavía no tienen los puntos
El triunfo logrado en Vallecas hace que el espanyolismo vuelva a creer en la salvación
necesarios como para que la salvación sea matemática, pero los conseguirán.
Dicho de otra forma, y teniendo en cuenta que Valladolid y Getafe se enfrentarán en la última jornada en un duelo que puede ser de infarto, la calculadora de la salvación dice que el Espanyol se salvará si gana dos de los tres partidos que tiene pendientes antes de que finalice el campeonato. Vaya, que si se hace fuerte en el RCDE Stadium ante el Atlético de Madrid el próximo miércoles y frente al Almería en una última jornada a la que los de Rubi probablemente lleguen salvados, seguirá en Primera. Y tiene todavía una bala extra al visitar Mestalla entre medio. No será fácil, pero como dice su técnico Luis García y ha adoptado el Espanyol como lema del camino a la salvación: ‘Un perico nunca se rinde’