MISIÓN IMPO SIBLE
El Barça cayó tras quedarse con 10 a la media hora de juego por una expulsión rigurosa de Ronald Araujo El equipo de Xavi acusó la baja y cayó ante el empuje ofensivo del PSG y también por varios errores propios Vitinha hizo el 1-2 chutando solo en la f
El Barça cayó en los cuartos de final de la Champions ante el PSG en un partido de vuelta marcado claramente por la expulsión de Ronald Araujo a los 29 minutos en una acción cuanto menos rigurosa. El árbitro Kovacs vio en directo que el uruguayo agarraba y/o empujaba a Barcola cuando le había ganado la posición tras un mal pase suyo y cuando el francés cayó al suelo pitó falta y expulsión del defensa culé. Sin embargo, la repetición televisiva muestra que Araujo, con la posición perdida, pone su brazo en el hombro izquierdo del delantero del PSG y éste, tras notar el contacto, se tira. Ya quedó a juicio del árbitro si era falta merecedora de expulsión o que Barcola había metido más teatro que otra cosa. Pero lo tuvo claro y el VAR no quiso corregirle. El CEO de la Superliga estaba en el palco, cerca de Nasser Al-Khelaifi, totalmente contrario a ella y muy bien considerado por la UEFA.
Fue un triste final de Champions para Araujo, protagonista ayer antes de la roja con un pase a Lamine Yamal que dejó al canterano ‘uno contra uno’ con Nuno Mendes y que acabó en el 1-0. Ahí todo pintaba color de rosa para un Barça que estaba defendiendo muy bien de nuevo, escalonando sus ayudas para frenar un Mbappé, anoche de ‘nueve’, y a los extremos Barcola y Dembélé.
Pero tras la roja a Araujo el Barça empezó a caerse. Xavi decidió quitar a Lamine Yamal para meter a otro defensa, Iñigo Martínez. El técnico dejó a Lewandowski para bajar balones y por su condición de hombre-gol, y a Raphinha por su estado de gracia de cara a portería. Pero con la salida de Lamine se perdió amenaza en el ‘uno contra uno’, gol y capacidad para asistir. Precisamente lo que demostró tener en la jugada del 1-0 de Raphinha. Ese gol era una pasarela hacia semis, dos goles de ventaja (2-4), en casa y la obligación del PSG de atacar dejan
do espacios. Pero la roja fue letal.
Hubiese sido ideal ganar el descanso sin encajar, pero llegó el 1-1 en un despiste de Cancelo. Y tras la reanudación, los errores propios acabaron de matar al Barça. Vitinha marcó el 1-2 chutando solo en la frontal y el 1-3 llegó tras un penalti innecesario de Cancelo a Dembélé.
La afición empujó todo lo que pudo pero ante un rival tan potente hace falta más juego incluso con diez. La ausencia de un pivote se notó y De Jong dejó claro que no está para liderar en escenarios adversos, como se echó de menos la veteranía de
Gündogan y más cabeza de Cancelo.
La Liga y el banquillo
Ahora queda la Liga y, con ocho puntos de desventaja y siete jornadas, el domingo hay Clásico en Madrid. También habrá que sustanciar la situación de Xavi, que dijo que se iba en junio pero al que el presidente Laporta soñaba con convencer. Habrá que ver si el KO europeo influye en la visión de la cúpula del club sobre el técnico que, eso sí, hasta ahora no se ha movido de la decisión que tomó en enero