No es feliz si no marca
El verano empezó sin Eurocopa pero puede acabar con Barça
Convencer a un delantero de nivel de que venga al Barça a cubrirle las espaldas al tridente más titular de la historia del club no era una empresa fácil. Eso dejó fuera de la carrera a Luciano Vietto, que eligió ser titular en Sevilla, pero parece que no ocurrirá lo mismo con Paco Alcácer. Desde ese punto de vista, ese ‘sí’ será el primer gol de Alcácer como azulgrana. Y su ‘sí’ es mucho más difícil que el de cualquier otro, porque Alcácer, además de llevar el brazalete de capitán del Valencia, lleva al club de Mestalla en la sangre.
Con sólo 22 años, aunque el día 30 cumplirá los 23, el delantero de Torrent acumula ya una larga experiencia con el Valencia CF tras completar su tercera temporada en el primer equipo ‘che’ y regresar de una cesión al Getafe.
Nunca lo ha tenido fácil ni en la vida ni en el fútbol y esa elección, quedarse con el enorme desafío de ganarse un hueco en el Barça y no en la zona de confort que para él representa Valencia, es un ejemplo más de su valiente personalidad. El día que marcó su primer gol en Mestalla, en agosto de 2011, su padre falleció.
Líder del vestuario de Mestalla en un periodo muy agitado, este final del verano y su más que probable llegada al Barça pueden compensarle por el disgusto con el que le recibió la estación del calor: se quedó fuera de la Eurocopa de Francia cuando había sido el máximo goleador de la ‘Roja’ en la fase de clasificación, con cinco tantos.
Su facilidad para el gol parte de un compromiso que muchas veces ha hecho público: si no marca no es feliz. Con él abundan los goles al primer toque, o como mucho en dos. Pese a la ma- la temporada del Valencia la temporada anterior, Alcácer marcó 13 goles en 31 partidos de Liga. En la temporada 2014-2015, aportó 14 tantos en 36 partidos (11 en Liga y tres en Copa) y en la campaña 2013-2014, fueron 14 go- les (seis en Liga, siete en Europa League y uno en Copa del Rey). Se pelea con los centrales, prota- goniza desmarques de ruptura y huele el gol como los ‘9’ puros. Pese a su 1,74 es astuto para rematar de cabeza. Todo eso es lo que quiere el Barça de él