El City ya es de Champions
El Manchester City no goleó al Steaua como en la ida (0-5), pero el 1-0 de Fabian Delph fue suficiente para redondear una eliminatoria en la que el conjunto ‘skyblue’ fue siempre superior. Con el playoff cumplido, ahora espera a sus rivales en la liguilla de la Champions.
A pesar de la prudencia obligada de Guardiola, el choque no paso de ser un trámite. Lo demostró Pep en la alineación inicial, dando entrada a futbolistas con menos rodaje. Aprovechó la ventaja parcial para hacer jugar a Joe Hart, en el que posiblemente sea su último partido en el Etihad. El público lo recibió con aplausos, y cada vez que tocó el balón la hinchada reconoció su labor a lo largo de estos años.
El entrenador ‘citizen’ se pasó gran parte de la primera mitad de pie, insatisfecho con lo que vio sobre el terreno de juego. Atascado, y con una circulación lenta, el Manchester City no tuvo fluidez pese a tener la posesión de balón. Guardiola pedía a Navas y Nolito que ensancharan el campo, con el objetivo de mejorar la triangulación del equipo. No encontraron pasillos interiores, y las dos mejores oportunidades vinieron de dos disparos desde la frontal de Iheanacho y Nolito.
No obstante, el Steaua no aportó argumentos para que el City temiera en exceso. Bien cerrados atrás, se limitaron a defender la portería de Cojocaru. El 0-0 al descanso reflejó la poca intensidad del partido.
No cambió mucho la tónica del segundo tiempo, aunque al City fue a por el gol con mayor insistencia. No tardó en encontrarlo, después de un remate de cabeza de Delph (55’) desde el interior del área pequeña. Con el resultado a favor, Pep dio descanso a Stones y Nolito.
A media hora para el final, y con un global de 6-0, el fútbol pasó a un segundo plano. El City continuó dominando a su antojo, pero el público se distrajo animando a su portero: “If you love Joe Hart, please stand up” (si quieres a Joe Hart, por favor ponte de pie). En el minuto 75, una jugada fortuita dejó a Iheanacho no- queado. Salieron las asistencias médicas, y Guardiola cambió al ni- geriano por Fernandinho.
El City consumió los últimos ins- tantes del partido arropado con el balón, aunque ya sin ningún tipo de peligro. No fue un partido excelen- te, y dio fe de ello un Guardiola muy gesticulador e inconformista con el juego. Lo que importaba, por eso, era sellar el pase a la Champions