RECETA MORALES
El nuevo presidente del Divina Joventut busca la estabilidad económica y retener más talento Apuesta por la cantera y quiere fortalecer a los equipos femeninos y de silla de ruedas
Sin sobresaltos ni cambios drásticos. El ex jugador Juanan Morales (Bilbao, 1969) llega a la presidencia del Joventut dispuesto a aplicar una línea de gestión propia de la entidad pero aprovechando muchas de las acciones positivas que se han llevado a cabo en los últimos años con Jordi Villacampa como responsable que, como él puntualiza, “han sido muchas”.
Conseguir una tranquilidad en la gestión económica, trabajar para lograr nuevas vías de ingresos y mejorar la relación con la ciudad de Badalona son algunos de los desafíos que se plantea, sin abandonar la firme apuesta por la formación de jugadores.
“El objetivo del club es tener un suelo de facturación recurrente que nos permita vivir con tranquilidad”, explicó Morales en su primer contacto colectivo con medios de comunicación, ayer en el Olímpic. “A grosso modo se contará con un presupuesto de 4 millones con la idea de estabilizarlo en 5 vía nuevos ingresos. Eso se logra con trabajo comercial, desgastando suela porque tenemos que vender más. Crearemos un departamento comercial para vender lo que podemos vender: patrocinios y asientos. Hemos de afianzar este suelo para, algún día, poder ser más ambiciosos”, agregaba.
Esa aspiración de ser más ambiciosos no significa para el nuevo presidente “fichar ocho extranjeros mejores” sino sobre todo conseguir que los jugadores formados en el club no se marchen tan jóvenes. “Si mantenemos el talento joven dos temporadas más que ahora eso nos permitirá tener más nivel. Todo ello complementado con talento de fuera”, decía, recordando el caso de Guillem Vives que tras una sola temporada de éxito en el primer equipo aceptó la oferta del Valencia. “Será importante convencer al jugador joven de no dar el pelotazo el primer año, de que si se queda aquí le puede ir mucho mejor en el futuro. Es una labor individual, más psicológica”, matizó.
La entrada en el cargo de Morales llega acompañada de un discurso que reconoce la necesidad de mejorar el aspecto social. “El basket base es la primera estructura pero queremos dar más importancia al basket femenino, al basket en silla de ruedas y queremos cerrar una vinculación con un equipo de disminuidos psíquicos. Queremos todo el basket”, comentó Morales que pretende “dejar atrás agravios” en la relación con el resto de entidades de la ciudad para ser “el referente deportivo y el motor” de este sector en el municipio. Acerca de la idea de potenciar el basket femenino añadió que eso también pasa por potenciar la base: “Queremos mejorar el nivel pero no vamos a comprar una plaza en Liga Femenina 1. Veremos si ese potenciar la base puede dar para estar en Copa Catalunya, en Liga 2 o arriba”.
Morales, que desde que dejó el basket tiene experiencia de gestión en una empresa familiar de cosmética, tiene muy clara cuál es la oferta que propone el club en el que se formó. “Vendemos baloncesto pero somos la Penya y la gente que ha venido a vernos se lo ha pasado bien. Si buscan un equipo en el área metropolitana que gane casi todos los partidos tienen una opción muy clara. Si quieren alegrarse mucho cuando ganen, que vengan aquí. Tenemos que vender orgullo. Yo soy de Bilbao y el Athletic llena siempre esté arriba o sufriendo para no bajar. Vendemos sentimiento de pertenencia”, explicó.
Sobre el momento que atraviesa la ACB y las propuestas que puede plantear el club a la liga, se mostró prudente aunque dijo ser partidario personalmente “más de una liga de 18 que una de 17 o 16”.
Finalmente, el nuevo presidente valoró el desafío económico derivado de la deuda heredada, a pesar de los avances realizados en los últimos meses. “Cada año empezaremos con 500.000 euros a deber. La mochila se ha vaciado bastante pero seguimos teniendo mochila. Antes teníamos pedruscos y ahora grava así que el club está gestionable. Hemos ido remando para no ahogarnos y estamos casi en la orilla pero hay que llegar a ella”, concluyó