“CADA DÍA ME REPITO DEBES DISFRUTARLO”
En 2013 me contó que el campeón Wayne Rainey se creía que usted era un piloto estadounidense y decía ‘ya tenemos un piloto bueno en el Mundial’. Supongo que ahora ya sabe quién es usted. Supongo que sí (risas), quizá le engañó el nombre porque parece americano. En Austin estuve hablando con él y fue un gran momento porque Wayne fue un piloto increíble y no me corté de preguntarle cosas para poder mejorar o aprender. ¿Es usted mitómano?
La verdad es que no tipo fan, pero me gusta conocer gente que ha sido importante. No me siento incómodo. ¿De aquel Maverick tímido de los inicios que queda?
Lo sigo siendo, en el paddock no, pero con gente nueva soy muy cerrado. Aquí estoy muy a gusto, tranquilo, mi entorno lo tengo muy bien estructurado. No me he de preocupar de nada, sólo de subirme a la moto y abrir el gas, y es la clave. Mi semana se basa en entrenar para pilotar. Lo más parecido a los Hayden, una gran dinastía de pilotos en Kentucky, son ustedes. Todos los hijos varones de su abuelo han pilotado motos y ahí están su primo Isaac y usted en el Mundial. ¿Son los Hayden de l’Empordà? Es muy exagerado (risas), pero sí que mi familia ha sido muy motera. De hobby le ha gustado mucho ir en moto, hacer barbacoas e ir con las autocaravanas a pasar el fin de semana. ¿A qué edad le subieron a una?
Debía tener tres años, pero no me acuerdo, algún vídeo hay. Se me hace muy raro verme ahí de pequeño y donde he llegado. No es fácil hacerlo y disfrutarlo. Todo pasa muy deprisa y es importante disfrutarlo también. ¿Lo está disfrutando?
Sí, sí, al máximo. Cada día que salgo con la Yamaha intento inculcarme que disfrute, porque algo así no lo tienes cada día. ¿Qué le ha emocionado más, el primer triunfo con Suzuki, con Yamaha o verse líder del Mundial de MotoGP por primera vez? Nada, sigue siendo mi primera victoria en el Mundial de 125cc. Es difícil de explicar, pero cuando ganas en 125cc es cuando puedes empezar a pensar en subir, en ser un piloto profesional y ser uno de los mejores. Sí que fue muy bonita la primera victoria con Yamaha, había mucha presión y ese fin de semana en Qatar no fue fácil. Antes de iniciar el campeonato todo el mundo decía que ganaría y del dicho al hecho hay un gran paso. Era demasiado exagerado todo lo que se estaba pensando. ¿Y ponerse por primera vez líder de MotoGP, donde lo sitúa?
Le di importancia sobre todo cuando me levanté el lunes líder, estaba muy feliz, es algo que me motiva. ¿Qué le falta para sentirse del todo cómodo con la Yamaha? Ser un poco más tranquilo, todavía soy un poco agresivo por una de las virtudes de Suzuki, tenía que ser agresivo para que me saliera el tiempo por vuelta. Siempre me habían dicho que la Yamaha era muy difícil de pilotar si eres agresivo, y a mi desde el principio se me dio bien así. Me sorprendió adaptarme tan pronto. Estoy frenando súper fuerte y la moto entra en la curva. Aún nos falta la última parte de la frenada y no me siento todo lo cómodo para dar mi 200%. ¿Cómo está siendo la convivencia con Valentino Rossi?
Por el momento está siendo muy buena, estamos haciendo un buen trabajo juntos, la moto está a un gran nivel, se puede ver también con Zarco. Tanto su parte de equipo como la mía están trabajando duro para hacer una moto muy buena y que podamos decidir la carrera entre nosotros. Lo importante es que se quede en Yamaha, así que nos tenemos un gran respeto. Yo pienso que sería una tontería que entremos en una batalla y que ganen los otros, se trata de que ganemos nosotros. Hay que ser inteligentes.
Y en Le Mans por fin llegó el cuerpo a cuerpo con Rossi y gana usted. No fue tan fácil como se vio por la tele, fue realmente difícil. Cuando me pasó a tres vueltas del final se fue a seis décimas. Y lo di todo por intentar cogerlo como fuera, él cometió un error, lo aproveché y hasta el final. Pero la carrera no la gané en esa última vuelta, la gané en la anterior cuando me volví a enganchar a él
¿Con su antecesor Jorge Lorenzo hablaron sobre lo que se encontraría usted en el Movistar Yamaha? Sí que hablamos, sí, yo me quise informar muy bien porque yo de todo siempre intento informarme bien. Y me sorprendió lo que me dijo, que tendría un grupo técnico súper bueno y que alucinaría con ellos, y pensé ‘así seguro que he elegido bien’. Y cuando ya lo he experimentado tengo que decir que Jorge tenía toda la razón. ¿Cuando en Jerez desveló ese email que le envió Michelin por criticarlos tras su caída en Austin y usted rompió una lanza a favor de su equipo dejó claro que con ellos al fin del mundo? Es que fue verdad y por eso lo dije. Hay mucha confianza con el equipo y con Ramon (Forcada) me llevo muy bien, me apoyo mucho en él. Se conoce la moto al milímetro e intento exprimirlo al máximo. Me paso muchas horas con el, con Wilco (Zeelenberg, coach en pista), con mi telemétrico Davide porque me parece muy importante hacerlo. Y tengo confianza ciega en Ramon porque llevamos dos carreras cambiando el setup del warmup a la carrera y acertando. En decisiones de un segundo para otro Ramon es muy bueno, lo tiene por la mano y lo aprecio mucho.
¿En sus cálculos estaba terminar ese primer tercio de campeonato ya con una carrera de colchón de ventaja? Cuando terminé Argentina sí, pero cuando acabé Jerez no, porque Marc está a 2 de mi, Dani a 7 y Valentino 2 puntos por delante. Pensé, la he pifiado. Tenía 37 de ventaja con Marc y la caída de Austin fue una ducha de agua fría, y luego el problema de neumático de Jerez. Le Mans era un punto de decir aquí estoy yo. Y Mugello también lo era. ¿Y los siguientes que tiene marcados? Éste, Montmeló para mí es muy importante, primero porque es el circuito de casa y donde lo quiero hacer mejor, y luego porque Valentino aquí siempre ha ido muy fuerte. Y tengo grabado en la memoria el duelo de Valentino con Lorenzo de hace dos años.
¿Le preocupa que todos los demás hayan hecho un test previo y ustedes no? Al final los neumáticos van a ser totalmente diferentes a los del test, así que aquello no sirve de nada. Sí, te conoces la pista, pero a la que das unas cinco vueltas y te pones detrás de alguien ya está. He hablado con gente que ha hecho tandas y sí, me ha dicho que la chicane es muy pequeña, pero normalmente mi estilo es bueno para las chicane. Sabe que pagaríamos por oír las batallitas que se cuentan usted y el dakariano Albert Llovera, el padre de su novia Cristina. Albert es muy divertido, tiene un millón de historias, toda la comida se pasa explicando un millón de
historias. Estoy contento. ¿Sigue con el pensamiento de algún día hacer un Dakar?
Es verdad que me gustaría mucho correr un Dakar porque son aventuras que me gustan, pero quedan muchos años de MotoGP antes de poder hacerlo