El rey Nadal ante su delfín Thiem
Rafa Nadal llega hoy (15.30 h) a su décima semifinal en París en un gran momento para combatir los ánimos de sucesión del austríaco
Rafa Nadal, Toni Nadal y Carlos Moyà desafían el justiciero sol que ilumina la pista 4 durante dos horas. Chorrea sudor el tenista, que afronta el entrenamiento con la misma exigencia y concentración con que encara los partidos en pista. Desde el momento en que Pablo Carreño se retiró por lesión, el miércoles al mediodía, el manacorí inició la preparación del duelo de hoy (no antes de las 15.30 horas/ Cuatro, Eurosport). En una cancha paralela, la 5, su rival, el austríaco Dominic Thiem, que trabaja menos tiempo y a una intensidad inferior, quizá porque él invirtió más de dos horas para superar a Novak Djokovic, mientras que el balear apenas compitió 50’.
Toni pone la primera bola en juego y Rafa pega sin parar con Moyà de ‘sparring’, mostrando aún su maravillosa derecha. Concluido el trabajo, Rafa Nadal se marcha directo al comedor, previo paso por la oficina de cordaje para dejar tres raquetas. Los entrenadores van a un ritmo más relajado, también por la satisfacción de comprobar que el pupilo está “en unas condiciones inmejorables” para perseguir una décima final en Roland Garros, según palabras de Charly, quien reflexionó sobre el estado de forma del tenista: “Difícil comparar porque yo no he vivido el día a día de años anteriores y estamos hablando de un tenista que ha ganado catorce títulos de Grand Slam. Pero, si no está a su mejor nivel, está muy cerca. Con el paso del tiempo se pierden unas condiciones, pero se ganan otras como la experiencia y el entendimiento del juego. La versión actual de Rafa es muy buena, cercana a su cien por cien”.
Toni Nadal comentó que “todo el mundo me pregunta si está mejor que en 2008. Pero yo digo que ganó a Verdasco 6-1, 6-0, 6-2, a Almagro 6-1, 6-1, 6-1 y a Federer 6-1, 6-3 y 6-0. Ganó el título, así que ahora digo que esperemos el lunes a ver cómo estamos”. Si bien, no esconde que las sensaciones son “perfectas. Golpea bien la pelota, responde física y mentalmente. Las cosas están saliendo bien”.
En esplendor el manacorí se mostró intocable en París. Cedió
en 2009 ante Soderling, antesala de los problemas de rodilla, y en 2015 contra Djokovic en pleno descenso de rendimiento. Abandonó en la edición anterior, en tercera ronda, por una lesión de muñeca.
¿Un Rafa Nadal jugando muy bien gana a un Dominic Thiem jugando también muy bien? Se lo piensa unos segundos, responde Toni: “Un muy buen Rafa Nadal ha ganado a un gran Djokovic aquí. Un muy buen Rafa Nadal ha ganado a todo el mundo en Roland Garros. Confió en que un muy buen Nadal gana a un muy buen Thiem.
Quiero creer que sí”.
“Que no sea este año”
Dijo Rafa que “Thiem está llamado a ganar Roland Garros. Espero que no sea este año”. Toni apuntó que “es ya muy bueno, pero es joven (23 años) y está todavía en proceso de formación, de mejoría”.
Moyà explicó que “el austríaco tiene las condiciones y el potencial, pero estoy cansado de oír en este deporte que si a éste el tenis le debe un Grand Slam. El tenis no quita nada, te lo tienes que ganar”.
Hoy, con Andy Murray y Stan
Wawrinka enfrentándose previamente (12.45 h), el rey de la tierra se reta ora vez con su delfín, el previsible sucesor en arcilla. Cuarta cita seguida con Thiem. Rafa impuso galones en las finales de Godó (6-4, 6-1) y Madrid (7-6, 6-4), cedió en cuartos de Roma después, 6-4 y 6-3. “Es el Clásico del año en tierra”, dijo Charly. “No es extraño que se vuelvan a ver, son los que más partidos vienen ganando”, señaló Toni. “Roma no hay que olvidarlo, peor no marcará este encuentro. Thiem, como todo el que va perdiendo ante un rival, movió ficha allí y cambió detalles”. Pero esto es París, y, subrayó Moyà, “ganar a Rafa en la central de Roland Garros es el mayor reto que hay en este deporte. Tiene un idilio con ella. Siente que el rival pierde referencias en ella al ser un espacio tan grande”. “Sí, es curioso –dijo Toni–, las medidas de la pista son las mismas, pero en una pequeña (por fondos y laterales) se es más agresivo. En ésta tan grande te echas un pelín atrás. Y cuando Rafa abre ángulos siente que desplaza aún más al rival, que éste pierde referencias”