Mundo Deportivo (Barcelona)

“SOY UN ‘BALA PERDIDA’ QUE CREA BUEN ROLLO”

- Lluís Carles Pérez

Me voy igual de despistado, pero eso crea buen rollo en el vestuario y no tengo miedo de tener ese rol”

En el Barça quiere estar todo el mundo. Si tú no rindes, siempre hay alguien esperando en la sombra. Sobreviví”

Llevaré el Barça y Barcelona el resto de mi vida en el corazón. Me va a costar mucho volver a Dinamarca”

Jesper Noddesbo, de 36 años, deja el Barça tras una década repleta de vivencias y 39 títulos, dos Champions (2011, 2015). El pivote danés vuelve a su país tras firmar tres temporadas con el Silkeborg. Ayer visitó MD y las risas interrumpi­eron a menudo esta entrevista. Jesper, vigente campeón olímpico con su selección, siempre contagia su sonrisa y deja una huella imborrable en el club y la ciudad.

¿Se va de Barcelona igual de despistado y desordenad­o?

Peor no, pero igual creo que sí. Lo llevo tan dentro que es difícil de cambiar. Quizá soy más consciente. En ese sentido soy un ‘bala perdida’, pero eso crea buen rollo en el vestuario y no tengo miedo de tener ese rol.

Víctor Tomàs, su compañero de habitación cinco años, dice que le aguanta cosas que no aguanta a nadie más. ¿Cómo lo ha hecho?

Siendo yo mismo, no voy a cambiar tampoco por Víctor, aunque sé que le gustaría. Yo soy Jesper y Jesper es así. Me gusta que la gente esté feliz a mi alrededor y por eso intento llevar buen rollo. Me gusta pasarlo bien y, si es jugando en el Barça, mejor.

¿Echará más de menos a Víctor o las jugarretas que le ha hecho?

Víctor es importantí­simo para mí, le quiero mucho, tenemos algo especial. Me pusieron con él porque nadie le aguanta y yo tengo el corazón tan grande que le puedo aguantar. Nos llevamos muy bien, tenemos muy buen rollo. Tenemos momentos de pique como todas las parejas. Nos veo como una pareja de abuelos: yo soy el hombre y él es la mujer: es tan ordenado que siempre va detrás diciéndome cosas, que recoja la ropa...

¿Se lleva secretos inconfesab­les?

No lo pienso así. Para mí, el vestuario es algo sagrado. Hay un rollo muy especial porque llevas tantas horas con esa gente que al final las historias, humor o chistes sólo los entendemos nosotros. Fuera del vestuario no tienen sentido o pierden el contexto.

¿Qué recuerdo principal se lleva?

La Champions de 2011 porque era el gran objetivo que tenía cuando fiché. Sabía que era muy difícil y ganarla fue algo muy emocional. Me siento muy orgulloso y afortunado de conseguir algo por lo que había soñado desde niño. Estaba en una nube y me costó bajar, cinco días con un sentimient­o de pura felicidad, algo que no había sentido antes durante tanto tiempo.

¿Sitúa esa Champions al mismo nivel que el oro olímpico de 2016?

Como en 2011 tenía un poco más de protagonis­mo, para mí la Champions es un pelín más grande, aunque el oro es también enorme. Es muy raro, pero tengo la sensación de que ese oro me falta celebrarlo. Volvimos de Río al día siguiente y cada uno se fue a su club. Me habría gustado vivirlo con más intensidad. Fue una noche y un día y tengo la sensación de que me falta algo. A ver si lo podemos hacer con los chicos. Una medalla así lo merece.

En 2015 dijo que con la selección a veces iban de “sobrados”. ¿En el Barça han ido alguna vez así?

Hemos sido consciente­s de que somos muy buenos y el equilibrio en eso es complicado. No tengo la sensación de que hayamos ido de sobrados, pero desde fuera puede ser que se viese así en algún partido, pero era confianza en nosotros. Hemos controlado muy bien este punto, no puedes pasarte, por eso ganamos tantos partidos. Tenemos la fortuna de tener a ‘Pasqui’. Tácticamen­te es un genio y sabe llevar muy bien el equipo: sabe soltar cuerda y cuándo apretar. Es difícil lograr ese equilibrio. No vas a tener éxito sin esfuerzo, sólo llega con trabajo duro. En Dinamarca nos costó entender eso alguna vez. ¿Personalme­nte, en qué le han marcado estos diez años? He aprendido muchísimo de mí mismo. Después de mis primeros dos años, el club me dijo que podía buscarme otro equipo y ahí aprendí que, si realmente quieres algo, tienes que luchar muchísimo, y más estando en el Barça porque aquí quiere estar todo el mundo. Si tú no rindes, hay siempre alguien esperando en la sombra. Sobreviví a eso, me da mucha satisfacci­ón. También aprendí que se trata de ganar: puedes ser buen tío, pero eso no te va a dar nada.

¿Por qué dice que le costará mucho volver a Dinamarca?

Es normal pensar así cuando llevas diez años bien en un sitio y puedes pensar que no vas a estar mejor en otro. He formado aquí mi familia, mis dos niñas son catalanas y mi mujer está también muy contenta. Llevaré al Barça y la ciudad el resto de mi vida en mi corazón. Aquí vive gente maravillos­a y por eso me va a costar tanto. Para mí siempre fue un sueño jugar aquí y me voy ganando dos Champions y marcando goles en el Camp Nou, en los partidillo­s de premio: hay pocos daneses que pueden decir eso. Y tengo miedo de una cosa que parece una tontería: en Dinamarca no se ve el sol durante el invierno y yo no necesito el calor, pero sí me encanta ver el sol y cielo azul. Eso me va a costar muchísimo.

¿Le costó convencer a sus hijas?

Mi hija pequeña saca cosas de las cajas de mudanza, pero no tengo que convencerl­as. Soy su padre y tengo que tomar decisiones por ellas. Es la mejor opción para nuestra familia. Aquí dejan amigas. Fuimos a una despedida de su clase y me quedé flipando viendo llorar a las niñas. Sabía que iba a ser difícil, pero no pensé que tan pequeñas tuviesen una amistad tan fuerte. Pero eso es algo bonito, significa que estos años han significad­o algo. Yo estoy pasando también un mes muy malo.

¿Tarde o temprano volverán?

He hablado con mi mujer y, para empezar, nos gustaría buscar un piso pequeño para escapadas. Es una buena excusa para ver a los amigos, disfrutar de la vida y la ciudad. Queremos que las niñas no olviden el catalán y el castellano. En Dinamarca crearemos otras relaciones para mantener ese punto. Esto forma parte de nuestra vida y no queremos dejarlo al lado.

¿Qué le parece Ludovic Fàbregas, futuro jugador del Barça?

Con él, Syprzak y Sorhaindo, el Barça tiene pivote de sobra durante años. Syprzak y Fàbregas tienen algo físico y mental único. Pueden ser los dos mejores pivotes del mundo, deciden ellos. Será interesant­e seguirles porque tienen algo muy especial. Syprzak mejora cada día. ¿Fàbregas? Es impresiona­nte que un chico tan joven deje ya esta huella. Si quieren ser los mejores, nadie les va a parar. Fàbregas parece muy humilde y trabajador. Yo con 20 años no estaba para jugar a ese nivel.

¿Quién hace las mejores roscas del mundo?

Las tiro yo, ¿no? Lo dejamos que a mí me gusta mucho tirar roscas. La gente lo ha tomado como mi firma. La rosca es lo mío. Perfecto si a la gente le gusta, pero yo no las tiro para llamar la atención, sino porque me siento muy seguro y es difícil para el portero.

Y después del balonmano, ¿qué?

Hago un máster de ‘coaching’. Es un mundo nuevo que me encanta donde puedo ayudar a la gente a que pueda entenderse mejor a sí misma. Siempre quiero lo mejor para los demás y es una manera donde yo puedo trabajar con la gente. No digo que la vida sea más fácil o difícil, pero si te conoces sabes cómo reaccionas en la vida. Me ha dado herramient­as para ver la vida de otra forma. Me gustaría transmitir que se pueden abrir horizontes

“PARA MÍ LA CHAMPIONS DE 2011 ES UN PELÍN MÁS GRANDE QUE EL ORO OLÍMPICO DE 2016”

Las mejores roscas las tiro yo, ¿no? Es como mi firma. Las tiro porque me siento muy seguro”

Syprzak y Fàbregas pueden ser los mejores pivotes del mundo. Si quieren ser los mejores, nadie les va a parar. Tienen algo especial”

 ?? FOTOS: PEP MORATA ??
FOTOS: PEP MORATA
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ?? FOTO: PEP MORATA ?? Jesper Noddesbo, ayer en la redacción de Mundo Deportivo. El pivote danés jugará los próximos tres años en el Silkeborg
FOTO: PEP MORATA Jesper Noddesbo, ayer en la redacción de Mundo Deportivo. El pivote danés jugará los próximos tres años en el Silkeborg

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain