Edris impide el último doblete de Mo Farah
El etíope frustra el cuarto oro seguido del británico en los 5.000 metros
Con un final demoledor, Muktar Edris consiguió estropear la despedida perfecta de la pista de Mo Farah en su casa para llevarse el oro en el 5.000 con un tiempo de 13’32”79. El británico, que recibió un homenaje a través de las pantallas del Estadio Olímpico, se tuvo que conformar con una plata (13’33”22), la más dolorosa de su carrera antes de enfilar su futuro en la maratón. El bronce fue para el norteamericano-keniano Paul Chelimo.
Farah se situó en los puestos delanteros nada más empezar. El ritmo inicial a 2’48”20 el mil despertó muchas dudas entre los competidores. Nadie quería asumir la responsabilidad de imponer el ritmo. Farah no lo tenía del todo claro. Sabía que los etíopes se habían reservado sólo para correr esta prueba y él venía de un 10.000 de mucho desgaste. Yomif Kejelcha se situó en primera posición al inicio de la última vuelta y Edris, a su lado, ayudó a dejar encerrado al héroe local. Con un sprint infernal en el último 200, el joven etíope de 23 años se llevó el triunfo ante un Farah que lloró en el suelo nada más acabar.
“No quiero ser sexto o séptimo y ser el mejor británico. Quiero ser el mejor del mundo y vencer a los keniatas” se decía a si mismo Farah cuando era más joven. Ahora que está cerrando una etapa en la pista, su objetivo ha quedado más que cumplido. Sus cuatro oros olímpicos y ocho medallas mundiales -seis orosdan fe de la ambición sin límites de un hombre ganador por naturaleza. “Me paso seis meses al año fuera de casa concentrado en centros de entrenamiento en altitud. Es el precio que hay que pagar si quieres ser el mejor”.
¿Y ahora qué? Dice Kenenisa Bekele que a Farah todavía le falta ganar una maratón para poderse equiparar a él. Justamente, este será el objetivo a partir de ahora. Después del Mundial, participará en dos carreras más en pista, las Diamond League de Birmingham y Zúrich, y luego dará el salto definitivo a la maratón.
En 2014 ya flirteó con la distancia al debutar en la de Londres, pero la experiencia no fue del todo satisfactoria. Precisamente, esa carrera fue la que levantó las sospechas sobre su entrenador, Alberto Salazar, al llevar “al limite del reglamento” el uso de la L-Carnitina -bebida de suplementación deportiva para mejorar el rendimiento- según dijo el propio responsable médico del equipo. La USADA también tiene investigaciones abiertas sobre Salazar -todavía sin conclusiones firmes- que, de rebote, alargan las dudas sobre Farah