Sacudida estéril

EL MADRID ESTÁ EN SU MOMENTO más dulce y el Barça de pruebas. Pero el equipo sigue sin dar señales de vida. En un Bernabéu bochornoso por las protestas por los arbitrajes, el Barça se entregó como víctima a la verbena blanca corriendo detrás del balón sin alma ni convencimiento. Mientras Zidane utilizó el duelo para rotar, Valverde sacudió la alineación y el dibujo para dar con una versión de garantías ante el inicio de Liga, pero comprobó que el equipo no arranca. El Madrid, hoy por hoy, viaja en tren de alta velocidad y este Barça en diligencia. Tardaron los blaugrana en juntarse y en encontrarse con el 3-5-2 pero mientras se buscaban un zurdazo de Asensio dejó sentenciada la final para que después Benzema ganara a una indolente defensa y marcara el segundo, la puerta para que los blancos soñaran con un estropicio blaugrana.

EL EQUIPO DEL ‘TXINGURRI’ CARECIÓ de nivel, volvió a perder balones por falta de atención, en especial de Busquets ,y sucumbió en los duelos personales.

Mascherano no pudo con la velocidad de Asensio y sufrió con Marcelo . La superioridad numérica blaugrana en el centro del campo fue un espejismo con un infatigable Kovacic. Messi apenas participó en un par de intervenciones en la primera mitad, bien secundado por Sergi Roberto, si cabe, el más destacado.

TRAS EL DESCANSO, NO HUBO destrozo. Se llegó al armisticio. Valverde cambió a un cómodo 4-4-2, se mejoró la presión y encontraron por fin el camino hacia Navas, sin suerte. Al Madrid le bastó gestionar la ventaja y mantener la atención. Messi entró en juego y con poca cosa hizo un poste. Por fin debutó Semedo, sin decir nada. Hoy se presenta Paulinho, un medio de contacto, pero a tres días del Betis la impresión es que este Barça ha dado un paso atrás y no pita