De Girona al cielo de Primera
El ‘núcleo duro’ del vestuario (Àlex Granell, Pere Pons, Aday, Maffeo y Alcalá) cumplió el sueño de jugar en la elite
El 19 de agosto de 2017 será recordado para siempre en Girona. El sueño de la ciudad se cumplió el sábado a partir de las ocho de la tarde: las largas colas, los nervios, las horas de entrenamiento y todo el sufrimiento pasado durante los últimos años desapareció en cuanto Girona y Atlético pisaron el césped. La insistencia ha sido la clave de este equipo, que una vez y otra se levantó después de recibir golpes. Y fueron golpes muy duros.
La esencia del equipo forjado por Pablo Machín es clara: un grupo unido, luchador y con ambición. Unos jugadores, la mayoría de ellos, llevaban luchando desde hace años para poder llegar donde están hoy, en Primera División. El Girona nunca había militado en la máxima categoría del fútbol español y muchos de sus jugadores tampoco.
El sábado Pablo Machín sacó un once en el que tan solo seis futbolistas habían jugado en la elite estatal. Gorka Iraizoz es, sin lugar a duda, el más experimentado, pues ya ha jugado más de 300 partidos. Stuani o Bernardo son también jugadores que conocen bien la liga. Borja García, el mejor del sábado, jugó una única temporada con el Córdoba, mientras que Muniesa y Portu tuvieron una participación testimonial.
Frente al Atlético fueron seis los jugadores que consiguieron cumplir su sueño. Se podría decir que estos son el ‘núcleo duro’ del vestuario, aquellos que lloraron de pena contra el Lugo o Osasuna y lo volvieron a hacer el pasado 4 de junio, pero esa vez de alegría: Àlex Granell, Pere Pons, Aday Benítez,