Mala leche
Los culés estarán deseando que termine ya la pesadilla en la que se ha convertido este verano.
Hay que tener mala leche para acordar los fichajes de Seri e Iñigo Martínez y luego dejarlos tirados. Las dudas constantes y los cambios de timón de la Dirección deportiva del Barça son injustificables por mucho que la forma en la que se marchó Neymar no ayudó. En lugar de preavisar al Club, como hacen todos los empleados cuando quieren irse, para que pudieran buscarle un sustituto antes de que todo el mercado supiera que iba a ingresar 222 millones, el brasileño engañó a la directiva para tratar de cobrar, improcedentemente, la prima de fichaje por renovar un contrato que él ha rescindido. Su egoísmo sirve para recordarnos que debemos ser mucho más de los clubes y menos de los jugadores. Sus formas denotaron mala leche. Como la que mostró Piqué engañando a todos con el “se queda” y empeorándolo luego con el “lo sabíamos desde la boda de Messi”. Si quiere ser presidente ésta no sería la mejor forma de defender los intereses del club y tomarse a guasa una situación que afecta a los sentimientos de la afición. Lleva un verano aciago dentro y fuera del campo. Y también es mala leche que el día que el club presenta una demanda contra Neymar en la que el Barça podría ingresar 30 millones más, los jugadores se le abracen y se rían en las redes sociales. Cuando Piqué dijo que “a veces, parece que vamos por caminos diferentes, pero tenemos que ir juntos” debía ser una autocrítica. El fichaje de Paulinho es discutible pero es mala leche difamar al presidente vinculándolo a sus intereses profesionales. Y es mala leche calificar de motín una comida que los jugadores y los técnicos tenían programada hace 10 días. Y es mala leche que un ex presidente que perdió las elecciones haga un tuit incendiario utilizando a Messi antes de que juegue el Barça en el Camp Nou. Y denota acritud insinuar que Messi no ha renovado cuando su abogado y su padre, con poderes para hacerlo, han dado el beneplácito por escrito a su renovación. Pero el súmmum de la mala leche es hackear la cuenta de twitter del Barça y anunciar el supuesto fichaje de Di María. Paren ya, por favor