Demasiado tiem o sin un Xavi
La tarde-noche de inicio de temporada del pasado domingo no fue como la de cada año. Seguíamos conmocionados. Y lo seguiremos estando mientras vivamos. Pero ese día arrancó la Liga, y el Barça debutaba contra el Betis de Joaquín. Los blaugranas, con dos únicas novedades, con todos los respetos, no especialmente ilusionantes: un lateral que estuvo bien, Nelson Semedo ,y un extremo, Deulofeu, viejo conocido recuperado de sus aventuras europeas, que contribuyó a la victoria. Una vez más, el ansiado organizador del estilo de juego que gusta en el Camp Nou no apareció por el césped. Uno de los problemas azulgrana seguía sin estar resuelto, y eso que han pasado más de dos años. Se está eternizando.
Desde el 6 de junio del 2015, día en el que Xavi Hernández jugó sus últimos 12 minutos con la camiseta culé en Berlín, los responsables deportivos del Barça no han sabido resolver un vacío que todos los socios y seguidores ven en cada partido. Nadie comprende que el club de fútbol que tiene en su estructura el mayor número de técnicos por metro cuadrado del planeta no haya sido capaz de acertar en la contrata- ción de un centrocampista organizador. Un jugador que defienda la continuidad de la filosofía futbolística que ha hecho al equipo ser la envidia de todo el mundo. Tantos cargos en la parcela del balón, con tan escasos resultados.
Ha transcurrido demasiado tiempo desde aquella final de la Champions ganada a la Juventus por 3 a 1 en la que Xavi e Iniesta, los capitanes, levantaron juntos la orejuda. Culminaban una gran temporada, la primera de Luis Enrique, con un triplete (Liga, Copa y Champions) y un pentacampeonato europeo que, visto ahora con la perspectiva del tiempo, parece que fue el principio del final de una era colosal y formidable.
¿Tan difícil es fichar bien? Si no tienes dinero, es complicado, de acuerdo, pero cuando presumes de tesorería, si no contratas bien es que lo que no funciona es el equipo res- ponsable de dotar al club de esos futbolistas que marcan época.
Por eso no es de extrañar que al ver la alineación titular del Barça contra el Betis en el primer envite liguero, un amigo me comentara que el famoso talón del PSG –mejor dicho, de Qatar- de 222 millones de euros, una cifra extraordinaria, tenía que haber ido directamente a Mónaco sin pasar por Barcelona para que Kylian Mbappé, el deseado por tantos, hubiera compartido delantera con Leo Messi y Luis Suárez desde ese primer encuentro. El nuevo tridente. Así de sencillo.
Volviendo al tema que nos ocupa, que es encontrar un sustituto de Xavi, no es verdad que no haya ‘Xavis’ en el planeta del fútbol. El señor Hernández era único, pero alguien habrá que se la parezca. Al menos un poco. Nadie ha suplido su ausencia. Ni tan siquiera se le ha acercado. El medio del campo no se reconoce. Nadie manda. Y lo más triste es que estamos ya en vísperas de la segunda jornada de Liga y el Barça sigue sin encontrar otro Xavi -o al menos algo que se le aproximedespués de más de dos años. Demasiado tiempo
Los responsables deportivos del Barça no han sabido resolver un vacío que los socios y seguidores ven en cada partido