Mundo Deportivo (Barcelona)

La bota del genio

Una extraña lesión mermó a Messi en marzo de 2015 hasta que él mismo solucionó su problema

- ALBERT MONTAGUT

Dos meses después del accidentad­o tropiezo de Anoeta -4 de enero de 2015-, que costaría el cese de Andoni

Zubizarret­a y el forzoso replanteam­iento deportivo, personal y táctico de Luis Enrique, Leo Messi sufrió una extraña lesión que mantuvo en vilo al FC Barcelona, a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y a sus compañeros y seguidores en ambos lados del Atlántico.

El jugador que justo había enfilado una reacción que le llevaría a la consecució­n del triplete, acudió a una llamada de la selección albicelest­e para jugar dos partidos amistosos en Estados Unidos.

Messi llegó a la concentrac­ión de Argentina con un fuerte dolor en la parte exterior del pie derecho. Un dolor que le hacía imposible realizar carreras y mucho menos golpear la pelota. Aquella lesión fue noticia de primera página y se la relacionó con algún choque durante el Clásico del Camp Nou, que se había jugado dos días antes, el 23 de marzo, y que terminó con la victoria blaugrana por 2( Mathieu y Suárez )a1( Ronaldo). Argentina, con Gerardo Tata

Martino en el banquillo, tenía que jugar contra El Salvador en Washington, el día 28 de aquel mes, y contra Ecuador en Nueva Jersey cerca de Nueva York- el día 31. Curiosamen­te los dos primeros campos donde el Barça ha iniciado la presente temporada.

Para desesperac­ión del Tata, Messi se veía imposibili­tado para jugar y la alarma obligó a trasladar al jugador a una clínica para que le hicieran una exploració­n a fondo. Messi fue sometido a todo tipo de pruebas médicas en su pie derecho. La propia AFA hizo público un comunicado en el que se informaba:

“Lionel Messi se realizó, en una clínica privada de la ciudad de Washington, estudios complement­arios por un traumatism­o en el pie derecho sufrido en el último partido que disputó para el Barcelona frente al Real Madrid. Dichos estudios no arrojaron lesión alguna.”

A su regreso a Barcelona, Messi seguía notando unas fuertes molestias y fue cuando el jugador, descartada una lesión de cualquier tipo, comenzó a comprob ar él mismo qué era lo que le ocurría. Messi jugaba en aquel momento con unas botas Adidas con el nombre de su hijo Thiago yla fecha del nacimiento del niño, 2/11/12. Eran unas botas exclusivam­ente fabricadas para él. Tras probarse las botas una y otra vez, el jugador se percató de que el problema estaba localizado exactament­e en la parte exterior de la bota derecha, donde el sufría las molestias.

El jugador y los utilleros del Barça con la ayuda de un cúter realizaron dos profundos cortes en el lugar exacto de la bota donde el jugador decía sentir el dolor. El corte liberó la presión y la costura interna del botín cedió. Por arte de magia la lesión desapareci­ó. La lesión que no se le diagnostic­ó en una clínica privada de Washington no estaba en su pie, sino en la bota.

Durante varias semanas Adidas trabajó a contrarrel­oj para enviarle al astro nuevas herramient­as de trabajo, y mientras tanto al jugador no le importó jugar con aquella bota con los dos cortes. Su lesión dejó de existir y su nivel de juego no descendió, muy al contrario.

Las botas permanecie­ron durante varios días en el armario de Messi de la sala de utillaje de la Ciudad Deportiva. Aquellas botas, historia viva del club, eran las botas Messi mirosar10, inspiradas en la infancia y los humildes orígenes del jugador. Esas botas intentaban mantener la esencia del

Messi que nació en Rosario.

Las botas Adidas Messi Pibe de Barr10 y se estrenaría­n en marzo de 2015 y eran un híbrido entre las Adidas F50 Adizero de 2014 y las de 2015. Las botas mirosar10, reflejaban los ‘graffitis ‘de las calles de Rosario, eran de rojo y negro para contrastar con el blanco metalizado que presidía la bota. En el interior se podía leer: Pibe de Barrio. El diseño único que evocaba los orígenes de Messi, hechas con toda la buena intención, provocaron aquella misteriosa lesión que Messi curó con un cúter.

Aquella temporada el astro argentino sólo tuvo una lesión real, y no fue ninguna broma. Ya de vuelta de las vacaciones y cuando el eco del triplete había ya desapareci­do, Messi sufriría una rotura del ligamento colateral interno de la rodilla. Fue el día 26 de septiembre, en un partido en el estadio contra la Unión Deportiva Las Palmas. Messi estuvo de baja 56 días y la lesión no tuvo nada que ver sus botas

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Leo Messi, en aquella época aún sin barba, con las botas en cuestión
 ?? FOTO: A. MONTAGUT ?? Las botas de Messi en su casillero de la Ciudad Deportiva con los dos cortes que aliviaron la presión sobre su pie derecho.
FOTO: A. MONTAGUT Las botas de Messi en su casillero de la Ciudad Deportiva con los dos cortes que aliviaron la presión sobre su pie derecho.
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