Rodarán cabezas
La factura del verano llegará en otoño. Bartomeu, después de admitir errores de planificación (no tenía más remedio) hará cambios en fútbol y en la junta
Con una moción de censura en el horizonte, Josep Maria Bartomeu quiere ser extremadamente cuidadoso con todos y cada uno de sus movimientos para que ninguno de ellos ofrezca argumentos que incentiven los apoyos a la iniciativa de Agustí Benedito. El presidente del Barça, por eso, aplazará algunas decisiones que ya tiene tomadas. Y otros que están cerca de él, también. Pero en cuanto termine el proceso, si acaba con Bartomeu indemne, rodarán cabezas. El verano pasará factura pero ya en otoño. Presentarla ahora, estratégicamente, sería una -otra- cantada.
El presidente admitía ayer en MD errores de planificación en el mercado y aunque podamos suponerlo no sabemos, a ciencia cierta, quien pagará el peaje. Pero alguien lo pagará cosa que, naturalmente, implicará cambios en el área deportiva. Los quintos desde enero de 2015 cuando fue cesado Zubizarreta. A saber. el despido de Andoni ;la creación de una comisión técnica hasta la elecciones del mismo año; el nombramiento de Robert como secretario técnico, el ascenso de Pep Segura a mánager general y, finalmente, el próximo reajuste cuyo nivel podría verse ampliado por alguna salida no forzada.
Ocurre, además, que tanto en el orden ejecutivo como en el directivo Bartomeu también observa, digámoslo así, un notable margen de mejora y eso nos llevaría a deducir una remodelación que también alcanzaría a la junta directiva. Algo que, en realidad, el presidente lleva tiempo meditando pero nunca ha encontrado el momento para concretar los cambios. Esta vez, no tendrá más remedio.
Hablamos de ajustes con cambios de responsabilidades y alguna incorporación. Entre las novedades, y esto es un suponer, el nombramiento del vicepresidente/a económico que deberá tutelar el nuevo presupuesto récord del FC Barcelona. De lo que se trata es de encontrar el punto de equilibrio que ofrezca la estabilidad que no ha encontrado en su mandato en las áreas más que esenciales. Determinantes. Y luego, claro está, no estaría demás revisar las relaciones con el vestuario del primer equipo. Que unos y otros vayan en la misma dirección debe ser algo más que una declaración de intenciones. Y este verano también se han observado rotundas diferencias/distancias que deben corregirse para que esa pata de banco no ponga en peligro toda la estabilidad