60 años de asión
Un 24 de septiembre de hace 60 años, coincidiendo con las fiestas de La Mercè, el Barça inauguraba el Camp Nou. Durante muchos años fue mi segunda casa. Era cuando trabajaba haciendo de fotoperiodista con mi familia. Con Carlos, mi padre, con Kike, Manolo y Rafael, mis tíos, y con mi hermano Emilio. Cada quince días teníamos una cita en ese maravilloso campo. Al principio, mi hermano y yo -al ser los más jóvenessiempre cubríamos la información gráfica de la portería en la que atacaba el rival del Barça. La verdad es que teníamos poco trabajo. Entonces, como ahora, la mayoría del espectáculo y de las imágenes rondaban el marco donde atacaban los blaugranas. Cuando pude cambiar de portería me divertí bastante más.
Pero aún recuerdo con alegre nostalgia, por ejemplo, aquellos años finales de los sesenta y principios de los setenta que pasé junto a los palos de la portería que defendía Salvador Sadurní colosalmente. Un portero formidable al que admiraba y con el que mantuve más de una divertida conversación mientras el balón estaba lejos de su área. Era la época en la que los fotoperiodistas nos relacionábamos con los deportistas. Estábamos junto a ellos, muy cerquita. Más de una vez, cuando el guardameta se aburría, me preguntaba cuánto faltaba para que se terminara el encuentro. Salvador, que había nacido en L´Arboç, fue propietario de esa portería, también su segunda casa, desde su debut en 1961 hasta su retirada en 1976. Toda una leyenda barcelonista. Conquistó entre otros trofeos tres Ligas y tres Copas.
Siempre que vuelvo al Camp Nou, normalmente acompañando a mis amigos socios ‘culés’”, recuerdo el mejor clic fotográfico de los Pérez de Rozas en ese estadio. Fue sin duda aquel antológico gol de Evaristo, el delantero brasileño, que le marcó al portero Vicente del Real Madrid. Una foto mágica en la que se pueden ver los dos futbolistas en horizontal con la pelota en medio; Evaristo la acaba de rematar de cabeza y va camino de la red irremediablemente.
Ese día, un 23 de noviembre de 1960, en un grandioso Camp Nou, el Barça derrotaba a los blancos y los eliminaba de la Copa de Europa. Era la sexta edición y habían ganado las cinco primeras. Por primera en su historia quedaban fuera de la competición europea, y la gesta era azulgrana. Mi padre, Carlos, fue el que hizo aquel clic con una de las fantásticas cámaras Leica que tenía.
“EL CIELO DE LOS HÉROES”
Pero para ilustrar esta sección hoy he elegido una fotografía más reciente y también muy prodigiosa de esa casa que comparten todos los “culés” y muchos aficionados al fútbol desde hace 60 años. Es la que tomó desde el cielo el fotógrafo mexicano Santiago Garcés el día en que el barcelonismo le daba un adiós emocionado, un homenaje, a uno de sus ídolos, su capitán Xavi Hernández. El escritor Juan Villoro, también mexicano, escribió estas bellas líneas sobre esta espectacular imagen: “El cielo de los héroes. Vista desde las alturas, Barcelona es un triunfo de la geometría, una cuadrícula perfectamente estructurada. En medio de esa aventura del orden se abre un espacio para la pasión: el estadio del Barça. Bajo la luz mediterránea, las gradas azul y grana brillan con ansias de subir al cielo. Sólo desde esa perspectiva se entiende la fuerza simbólica del Camp Nou, el lugar de fábula donde el cielo está en la tierra”. Esta preciosa foto y este espléndido texto son mi entrañable recuerdo a la que fue durante una parte de mi vida periodística mi segunda casa, el Camp Nou, que acaba de cumplir 60 años de pasión
“Vista desde las alturas, Barcelona es un triunfo de la geometría, una cuadrícula perfectamente estructurada. En medio de esa aventura del orden se abre un espacio para la pasión: el estadio del Barça” (Juan Villoro)