“Si Leo quiere, voy donde haga falta”

Predisposición total de Puyol para hacer el reportaje con Messi e idéntica respuesta del ‘10’

Cuando era futbolista, Carles Puyol era de esos compañeros que nunca te fallan. De los que se dejan la vida por una cobertura que a ti te salva el culo si sale bien y que, en cambio, les deja retratados a ellos si sale mal. Generoso en el esfuerzo como pocos, Puyol fue el defensa más atípico de la historia: nunca lesionó a nadie y en cambio a él le rompieron la cara un par de veces. Dejándose la piel, algunos huesos y una rodilla, llegó a los 593 partidos con el Barça protagonizando, además, algunas de las imágenes más icónicas de la historia del club. La celebración de su gol de cabeza en el 2-6, besando la senyera de su brazalete de capitán fue épica. Pero más lo fue lo de cederle a Abidal, luchador contra el cáncer, el honor de levantar en Wembley la cuarta Copa de Europa del club. Poco amante de los focos y los oropeles, prefería estar en un segundo plano siempre pese a ser un crack en lo suyo. Precisamente por eso, porque era muy bueno, llegó a jugar esos 593 partidos. Tercero en la historia del club. Poca broma. Pero Messi llegó como una locomotora y le cogió en Lisboa. Se veía venir desde hace semanas y MD le pidió a Puyol que colaborase para hacer un reportaje que dejase constancia gráfica de que Leo le igualaba primero y le superaba después.

En el fondo, era la constatación de la pérdida de una de las plazas del podium de honor histórico del club. Lo que sería para alguien con el ego más acentuado una decepción. Pero lejos de recibirlo con reticencia, con pelusilla o de mala gana, Puyol encajó el ofrecimiento de MD con su generosidad habitual: “Si Leo quiere hacer el reportaje por mi sin problema, al contrario. Voy donde haga falta”. Y cuando le propusimos a Messi reunirse con su admirado Puyol, la respuesta de Leo fue muy rápida. “OK. Si Carles puede el lunes, nos vemos en la Ciutat Esportiva”. Pero Puyol no podía el pasado lunes porque estaba en Nueva York. Se le propuso a Messi aplazar el encuentro hasta ayer viernes, ambos ya empatados, y otro OK a la primera.

Ayer, Carles llegó a la Ciutat Esportiva saludando a los muchos amigos (jugadores, Dr. Canal, Dr. Pruna, Juanjo Brau) que aún tiene allí. Cuando se vio con Leo, abrazo y preguntas mutuas por la familia. Puyol fue uno de los invitados a la boda de Messi, la mejor prueba de su estrecha relación. Ya con MD, buen rollo desdel minuto 1. El compañero Sergi Solé se había dedicado a recopilar las mejores portadas de ambos tras 593 partidos y se las entregó en formato libro. El regalo les encantó, hasta el punto de que se entretuvieron repasando antiguas gestas y algún que otro sinsabor. Pero sobre todo hubo risas. Pere Puntí, nuestro fotógrafo, les pidió diferentes poses y ni una queja. Al contrario. La ocasión lo merecía y los protagonistas estuvieron a la altura. De 10