Leo no se permite tener fiesta
Mascherano también renunció a dormir fuera de Ezeiza: el Mundial está en juego
Argentina vive un momento de tensión inaudita. No juega por ser campeón -algo que ahora se valora más que en los últimos años- sino por no perder la categoría. No ir al Mundial es como descender a Segunda. En este marco, todo detalle cuenta, Sampaoli definió una concentración voluntaria, dando la opción de dormir fuera de Ezeiza. Messi y Mascherano se quedaron. Fueron los primeros que entendieron lo que está en juego: nada de salir. Los líderes del equipo no se mueven del búnker argentino. Algunos imitaron a los dos jugadores del Barça. Está claro que no hay nada más relevante para Argentina que el partido del martes en Ecuador, ya eliminado, sin presión de local.
Argentina caminó por el precipicio. Cuando llegaron al vestuario tras el 0 a 0 con Perú en la Bombonera, más de uno creía que ya no había Mundial en Rusia. Que habían quedado eliminados. Al enterarse de los resultados se esbozó una pequeña sonrisa angustiada. La mano de Paraguay le conectó el respirador. Tiene una vida más. Ahora hay que volver a creer. Ganar es asegurar el repechaje. Sería totalmente injusto dejar sin Mundial a este Messi.
Peligran Banega y Di María
El país hace cuentas. La gran clave es por qué Argentina no hace un gol. En los últimos tres partidos hubo uno solo: fue en contra. Y eso que Messi fue el mejor. Atrás Mascherano empujó con su temple. Rotundos fracasos de Banega y Di María, que podrían perder el puesto. Fallos en la definición de Benedetto, a quien no le alcanzó conocer la cancha de Boca. No tuvo su mejor día. Ayer tampoco: en la sesión en Ezeiza: un balonazo de Messi impactó en las partes nobles del '9’ bostero. No fue a más pero duele. Hoy domingo, Argentina vuela a Guayaquil y el día del partido irá a Quito, por sus 2.800 metros de altura. Allí, cerca del cielo, Argentina buscará gambetear su infierno más temido