El Masters ATP como el colofón final más deseado
Nadal quiere ser el nº 1 del año, pero la prioridad es lograr lo único que falta en su palmarés, ser ‘maestro’
El calendario de Rafa Nadal tiene señaladas las citas del Masters 1.000 ATP de Shanghai, esta semana, el ATP 500 de Basilea (23-29 octubre), el Masters 1.000 de ParísBercy (30 octubre-5 noviembre) y, con trazo grueso, el Masters Final ATP, en el O2 Arena de Londres del 12 al 19 de noviembre. Si hay algún cambio, será en detrimento de alguno de estos torneos, no para añadir otro más. “Pelearé por el nº 1 final del año, pero sin hacer ninguna locura, mi calendario se va a mantener”, dijo tras levantar el trofeo en Pekín.
“Jamás soñé con volver a ganar aquí doce años después”, comentó durante la ceremonia en pista. Retomó el éxito conseguido en 2005, tras haber perdido las finales de 2013 y 2015, ambas ante Novak Djokovic. Ese curso, el de su ascenso a la élite, concluyó con el sinsabor de no poder debutar en el Masters Final ATP, entonces en Shanghai, debido a una lesión. Desde entonces ha acumulado muchos reveses físicos, pero se ha clasificado para la cita de los maestros ininterrumpidamente, y lo ha vuelto a hacer por decimotercera vez. Ausente cinco veces por baja médica, fue finalista en 2010 y 2013, frenado por Federer y Djokovic, respectivamente.
“Es un torneo que no he podido ganar nunca, en el que no he tenido mucha suerte. Toca ugar siempre en la superficie más complicada para mí, pero vamos a intentarlo. Es lo más importante que queda este año”, comentó.
En contra, la combinación indoor-dura, donde rivales como Federer y Djokovic se mueven mejor. También que Nadal llegaba con las fuerzas justas tras un exigente programa anual. Pero en Pekín ha mostrado hallarse en plena forma, encadenando esta corona con la del US Open, sumando 12 partidos invicto. Fresco de mente y piernas, en plenitud por ahora física, sin accidentes de lesión, se ve ante una ocasión única para cubrir el único hueco en su palmarés: el Masters.
En el mismo, cuatro Copa Davis, y la incertidumbre de si jugará con Sergi Bruguera como nuevo capitán. “Mi disponibilidad es una cosa privada entre Sergi y yo. Sabe cuál es mi postura y a falta de meses no voy a decir una cosa u otra, tendría poco sentido”, dijo el balear, que dio su OK al catalán: “Había otras elecciones, pero por edad estaba con ventaja y se lo merece por sus éxitos deportivos”