Del Bosque y el discurso aceptado

Lluís Canut entrevistó al ex seleccionador y conversaron sobre Catalunya

Domingo por la noche, en TV3, emitieron un nuevo episodio de ‘Quan s’apaguen els llums’ (‘Cuando se apagan las luces’). En esta ocasión, Lluís Canut entrevistó a Vicente del Bosque paseando por Salamanca. Conversaron sobre la ciudad donde nació y sobre política. También de su época en el Real Madrid, como jugador y como entrenador, y de su etapa al frente de la selección española. Del Bosque parecía estar muy pendiente de medir mucho sus palabras, para evitar polémicas y superar la entrevista sin tener que afrontar consecuencias. Se notó, sobre todo, cuando Canut le recordó sus declaraciones donde aseguró no tener ningún inconveniente en que Catalunya decidiera sobre su independencia. Del Bosque reculó prudente: “Sí, en su momento lo dije, sí. Pero después me encontré con Felipe González yme dijo que hombre, que esto no es así. Yo, dentro de mi ignorancia pensé ¿y por qué no van a tener derecho a decidir? Y luego él me dijo que eso no es así, que toda España tendría que decidir sobre si una parte de España se quiere independizar. (…) Yo soy más partidario de unir…”. Canut le preguntó en qué liga cree que jugaría el Barça en una hipotética Catalunya independiente. Del Bosque fue claro: “Yo no me lo sé imaginar. Es una pregunta que me hago permanentemente. Yo creo que sería una debilidad para Catalunya y para el resto. (…) No quiero ni pensarlo”.

Más allá de la política, Del Bosque puso énfasis en el rol de los técnicos en los banquillos: “Yo, ese teatro en los banquillos, estoy totalmente en contra. Soy muy refractario a ese tipo de comportamiento. Dar una muestra exagerada por un saque de banda de más o de menos, por un córner, por un penalti si me apuras… Muchas veces creo que hacemos más daño a nuestro deporte que beneficiarlo. La gente que está de entrenador en un club, estamos obligados a mantener el tono”.

Una vez más, vimos un Del Bosque que reivindicó ese perfil discreto habitual. Y quedó claro que el día que sus declaraciones sinceras sobre Catalunya salieron del guión previsto, siempre hay alguien, como Felipe González, que te hace retroceder al discurso aceptado