Un líder para creérselo
Las claves de un Barça que sedujo en la primera gran cita liguera
No ganó el Barça en el Wanda Metropolitano al Atlético, fue su primer empate tras siete victorias de Liga, pero por primera vez en lo que va de temporada convenció de forma unánime a la exigente crítica por juego, actitud y determinación. El equipo de Ernesto Valverde salió reforzado de su primera gran cita en el campeonato de la regularidad y demostró que es un líder en el que se debe creer.
CABEZA Y FE
No sólo la de Luis Suárez en el empate, también la que se refiere a la inteligencia. Tras el desgaste de la primera parte, más físico en el Atlético por su gran arranque y más psicológico en el Barça por lo infructuoso del toque sin profundidad, el equipo azulgrana insistió sin perder el orden hasta merecer incluso la victoria. Con 1-1 buscó el 1-2 con todo. Bravo.
GRAN PRESIÓN BAJO PRESIÓN
“No pudimos sacar un contragolpe en la segunda parte”. En el lamento de Simeone se escondió un gran elogio al Barça. Hay que estar muy bien posicionado en el campo y mantener la máxima concentración para poner cerco al Atlético (lógico por su repliegue meditado en la segunda parte) sin conceder contras, un hecho que tiene mucho mérito porque es la especialidad colchonera. Con 1-0, sin permiso para el error, cualquier descoordinación en la presión tras pérdida de balón podría haber significado la sentencia. Las líneas estuvieron juntas en campo contrario y Umtiti y Piqué asumieron riesgos con criterio en el achique de espacios.
TOCANDO HASTA EL FINAL
Las remontadas se suelen buscar apelando a la épica. El Barça lo hizo con el carácter y el orgullo necesario, pero siempre con el balón pegado al pie, combinando, jugando rápido hasta encontrar a Messi o para crear superioridades en las bandas. No se alejó nunca de su estilo. Es más, se agarró a él hasta intimidar al Atlético, que se vio arrollado.
RECURSOS EN EL BANQUILLO
Valverde volvió a elegir muy bien el momento en el que había que hacer correcciones. El partido pedía desborde y entró Deulofeu para encarar una y otra vez a un Filipe Luis que dejó de sentirse cómodo. Se requería determinación y Sergi Roberto aportó un plus de iniciativa en todos los sentidos: anticipaciones defensivas, subidas por banda o incorporaciones en diagonal y la asistencia del 1-1. Luis Suárez peleaba demasiado solo en el área con los infranqueables Godín y Savic y apareció Paulinho para desconcertar con sus llegadas al área, como hizo en el gol del uruguayo irrumpiendo en el primer palo y atrayendo la atención de los centrales.
VARIACIONES TÁCTICAS
No está el lesionado Dembélé. Hay que olvidarse de una vez de Neymar. Pese a todo, Valverde encuentra soluciones modificando el sistema sobre la marcha. El equipo acabó en ataque con Messi de mediapunta y un tridente atípico formado por Deulofeu, Luis Suárez y André Gomes. Con esa fórmula rara llegó el empate y varias ocasiones más para ganar.
MÁS PARA LA CAUSA
El último, André Gomes, que acabó en el Wanda mejor de lo que comenzó y con una labor digna pese a que no conecta con la afición. Si Valverde le alineó sería por algo. También Deulofeu se reenganchó tras varios partidos sin contar y entró con la mejor disposición. Denis Suárez, Aleix Vidal y Digne también han disfrutado de minutos importante y sólo falta volver a conectar a Paco Alcácer. Más difícil parecen los casos de Vermaelen y Arda Turan.
VUELVE EL ‘KILLER’
Messi no puede ser el único que marque en los momentos trascendentes. Luis Suárez recuperó el olfato con su gol, pero también las sensaciones, fabricándose solo varias
ocasion es que le desbarató Oblak. Otros jugadores deben asumir más responsabilidades para definir.
UN ‘10’ PARA EL ‘10’
A Messi le faltó frescura (y un milímetro en la falta que estrelló en el poste) para aprovechar sus ocasiones tras exprimirse emocionalmente con Argentina, pero su comportamiento fue el de un líder, echándose al equipo a la espalda contra la adversidad, intentándolo todo, martirizando a la defensa del Atlético con sus movimientos. Fue ejemplar.
PORTERAZO
Cuando hay dudas, y en la primera parte las hubo ante la buena presión del Atlético, Ter Stegen creció para tapar la portería a un gran Griezmann. A Saúl le salió un disparo formidable desde la frontal en el 1-0, pero no empaña la labor del portero alemán, que sólo ha encajado tres goles en ocho jornadas, bien protegido por sus centrales, Piqué y Umtiti, y por un sistema colectivo bien trabajado, con las líneas juntas