¿Hasta dónde llegaremos?
Este periódico, como señala su nombre, es deportivo. Esta página trata, mayoritariamente, del Barça y sus alrededores. Sin embargo la situación del país es, en este momento -y ya llevamos muchos momentos-, más motivo de preocupación e interés para el ciudadano que cualquier resultado deportivo.
En efecto, desde hace semanas, y va ‘in crescendo’, te encuentras, reúnes o hablas por teléfono con gente diversa, y ya no te preguntan qué te parece Valverde, cómo crece Samuel Umtiti o por qué no se oficializa la renovación de Leo Messi. De entrada o a lo poco, el tema del ‘Procés’, del referéndum, de las elecciones, de prisiones que no se entienden ni explican va llevando minutos – horas en nuestras conversaciones.
Esto crea, quizás de forma inconsciente o no perceptible, un malestar, una preocupación sobre lo que pasa y lo que puede llegar a pasar. El Barça, el club, no es ni puede ser ajeno a esta situación. Es demasiado grande como institución catalana, tan arraigado, no sólo como club deportivo, sino por todas las vicisitudes y ataques que sufrió en otros tiempos, y de ninguna manera podemos dejar de evocar la figura del presidente Suñol, fusilado. Con todo ello, el Barça es la máxima expresión y no puede ni debe desentenderse de lo que estamos viviendo. Así lo entendió el presidente Bartomeu en la asamblea anual, lanzando unas cuantas frases contundentes en defensa del derecho a decidir, de la libertad de los medios públicos actuales y concluyendo que es inadmisible que en un Estado de Derecho haya personas encarceladas por sus ideas políticas. Estas fueron sus palabras como cabeza máxima del club. A partir de ahí me parece que el club, por todo lo que es y representa, por la variedad ideológica y de pensamiento de sus más de 140.000 socios haría bien en efectuar una profunda encuesta privada - particular para conocer con más detalle cuáles son las ideas más relevantes. Y hasta dónde. en su mayoría. estarían dispuestos a llegar en defensa del club y de los intereses del país. Porque este es un tema recurrente. Hace mucho tiempo que nuestro club está impactado por temas políticos y sociales. Saber lo que piensan tantos socios y sus familias daría más seguridad y respaldo a una directiva que, en principio, fue elegida para dirigir la entidad, conseguir títulos, dominar la parte financiera, mejorar y engrandecer la imagen de la entidad a nivel mundial.
Todo bien por aquí. Pocos podían pensar que el Camp Nou, el vetusto Camp Nou que fue inaugurado en una época muy diferente a la actual, se convertiría cada vez que abre sus puertas en un foco de peticiones, banderas al viento, demandas…
La Asamblea, por lo demás, es un acto legal, estatutario, pero que atrae cada año a menos compromisarios. Ya sé que así es más plácida y cómoda para la directiva de turno, pero si de verdad creemos en un club abierto y de todos, busquemos formas más integradoras de participación real de los socios.
Y toque de atención del ‘sabio’
Carlos Tusquets, presidente de la Económica, nos preocupan de cara a los próximos años la deuda y el incremento de la masa salarial consolidada en jugadores veteranos. ¿Habrá Carlos leído estas páginas? Pues eso
El Barça es la máxima expresión y no puede desentenderse de lo que vivimos