Lo mejor de Arnaiz
No fue el gol en su debut ni la capacidad de desequilibrio. La clave es que sabe y asume que aunque le pongan por las nubes, su equipo es el Barça B
Protagonista en ‘La Condomina’ y protagonista, al día siguiente, en todos los periódicos, Jose Arnaiz, que debutaba en el primer equipo después de anotar 4 goles y dar tres asistencias en los 8 partidos jugados con el Barça B, respondió a la confianza de
Valverde haciéndole el tercer gol al Murcia y demostrando descaro y efectividad en uno contra. Seis intentos, seis regates consumados.
Con 22 años y recien llegado a Can Barça no podía pedir más. Los analistas han desmenuzado su actuación. Anteriores entrenadores han valorado su proyección pero, sinceramente, lo mejor de lo mejor de Arnaiz se ha valorado poco. Lo más significativo no fue se trallazo que acabó en la red, su gran segunda parte, la capacidad de desequilibrio, el remate con ambas piernas o, como recalca Paco Herrera (el técnico que el año pasado apostó por él en el Valladolid) que cuando mira a la portería no ve al portero sino el hueco por donde batirle.
Arnaiz, en una situación en la que cualquier otro podría haberse dejado llevar por la euforia, se bajó de la nube antes de que los medios le subieran. Nada más terminar el partido, el delantero mostró la que aquí valoramos como la mejor cualidad de esa noche inolvidable: sencillez. Humildad para reconocer que era perfectamente consciente de que su equipo es el Barça B y que él está para ayudar en lo que pueda cuando
Valverde le reclame. Arnaiz ni pidió continuidad, ni reclamó un puesto entre los mejores ni evitó la autocrítica. Sabía que en el primer tiempo no jugó bien, reconoció que el le pesó el debut y que sólo disfrutó cuando logró soltar el lastre de las emociones.
Saber dónde está, no tener prisa y trabajar como si cada día fuera el último es el camino porque si hay algo verdaderamente difícil en el fútbol es ser delantero del Barcelona. En esa posición , en la que se marcan las diferencias, sólo caben los mejores del mundo. Y si vienes desde abajo, aún es más difícil. Deulofeu, también destacado en Murcia, lleva intentándolo. Desde niño es la gran esperanza... pero desde 2011 no ha jugado 20 partidos oficiales con el primer equipo. Y Sandro, hoy en el Everton, acumuló 32 apariciones. Más claro aún es el caso de Bojan que vistió la camiseta del primer equipo en 163 partidos pero no puede decirse que triunfara. Quizás, en todos esos ejemplos citados, faltase paciencia o hubiera prisa. O las dos cosas a la vez. Justo el error que no se puede cometer con Arnaiz