La noche de las ‘senyeres’ en el Camp Nou
El Estadi fue un mar de banderas catalanas por primera vez en el Clásico del 28 de diciembre de 1975
La situación política de Catalunya está marcando la actualidad de forma global y el Camp Nou ya ha sido centro de actualidad las últimas semanas. El primer partido en que la ‘senyera’ tomó las gradas fue un Clásico de 1975
Un gol de Carles Rexach in extremis, en el último minuto, desató la euforia en el Camp Nou la noche del 28 de diciembre de 1975. El Barça derrotaba con ese gol al Real Madrid por 2-1 en el primer Clásico después de la muerte de Franco y una parte de las gradas se inundaron de ‘senyeres’, en la primera gran exhibición masiva de la bandera catalana en el Camp Nou, una bandera que en aquel momento estaba prohibida por la ley y que hubo que introducir clandestinamente en el Camp Nou.
Probablemente, la ‘senyera’ tenía en los años setenta el significado reivindicativo catalanista que ahora tiene la ‘estelada’. Era el símbolo del catalanismo, que incluso había desaparecido del escudo del Barça después de la Guerra Civil. Las cuatro barras que figuran en el escudo al lado de la Creu de Sant Jordi fueron cambiadas por sólo dos barras en 1939, por razones obvias. También se cambió el nombre del club y en las letras del escudo se leía C. de F. B., en lugar de FCB. Club de Fútbol Barcelona en lugar de Futbol Club Barcelona. En 1949, coincidiendo con las Bodas de Oro de la entidad barcelonista y con la presidencia de Agustí Montal i Galobart, se abrió un poco la Mil ‘senyeres’ en el Camp Nou mano y la ‘senyera’ volvió, discretamente al escudo del club.
La recuperación de la ‘senyera’
En 1974, coincidiendo con las bodas de platino y coincidiendo con la presidencia de Agustí Montal i Costa, hijo del anterior, las siglas del escudo volvieron a ser las fundacionales FCB, ya que el Barça había pasado a denominarse Futbol Club Barcelona, catalanizando el Foot-ball original. Un año después, aquel 28 de diciembre de 1975, veintiséis años después de que durante el mandato de su padre se rescatase la ‘senyera’ en el escudo, Agustí Montal hijo introdujo la bandera catalana en el Camp Nou.
Y es que puede decirse que, literalmente, la introdujo. Porque las 1.000 ‘senyeres’ de distintos tamaños que de acuerdo testimonios de la época se hicieron entrar en el Camp Nou de manera clandestina. La muerte de Franco hizo que acelerasen las reivindicaciones de una regeneración democrática en España. Y, entre ellas, las reivindicaciones catalanistas. La directiva de la época tenía un marcado tinte político y el gerente, Jaume Rosell, padre de Sandro Rosell, y el secretario general del club, Joan Granados, decidieron convertir el BarçaMadrid de Liga, en la jornada 15, en una jornada reivindicativa. Con el apoyo de empresarios textiles catalanes, se introdujeron las ‘senyeres’ en el Camp Nou. También fue en un Barça-Madrid, en la Liga 2012-13, cuando se escucharon gritos de “independencia” en el minuto 17:14 por primera vez.
Un triunfo épico
El 28 de diciembre de 1975 Hennes Weisweiler alineó a Artola; Tomé, Marcial, De la Cruz; Migueli, Neeskens; Rexach, Asensi, Cruyff, Sotil y Fortes. Miljan Miljanic, por su parte, a Miguel Ángel; Uría, Benito, Camacho; Rubiñán, Pirri, Netzer, Del Bosque; Amancio, Santillana y Guerini. Pitó, mal, como era su costumbre, el colegiado Acebal Pezón.
Neeskens abrió el marcador muy pronto, a los dos minutos, con un impecable remate de cabeza tras el saque de un córner a cargo de Rexach. El Barça pudo sentenciar en un gran primer tiempo, pero el Madrid acabó empatando a los diecinueve minutos del segundo tiempo por mediación de Pirri. En el último instante y con el Barça apretando en un Camp Nou cada vez más ‘caliente’, Rexach empalmó una volea extraordinaria con la izquierda tras un rechace de Camacho de un centro de Marcial, que con Weisweiler jugaba de líbero. El remate de Charly se coló en la portería después de que el balón botase delante de Miguel Ángel.
Casi cuatro años después, la afición del Barça, y con ella millares de ‘senyeres’, invadieron Basilea. La tradición había empezado una noche de diciembre en Barcelona
El Camp Nou se convirtió en un clamor catalanista en los años setenta Una sensacional volea de Rexach en el último minuto desató la locura colectiva