Inglaterra vapulea a la Rojita
España se avanzó con un doblete de Sergio Gómez pero se dejó remontar y los ‘pross’ se llevaron la final con merecimiento
Mazazo para la Rojita. La selección española Sub-17 se volvió a quedar a las puertas del cetro mundial tras caer ayer por un inapelable 5-2 ante Inglaterra, en la final del Mundial de la India.
España se avanzó 2-0 con un doblete del azulgrana Sergio Gómez, pero Inglaterra, un vendaval y digna campeona, redujo distancias ya antes del descanso y en la segunda parte pasó por encima de España con goles de White, Foden, en dos ocasiones, y Guehi.
Inglaterra, un prodigio físico y con un poderío ofensivo brutal, fue superior a España, que vuelve a quedarse con la miel en los labios tras perder la cuarta final en la categoría Sub-17, aunque ayer plantó cara a un equipazo.
El partido arrancó trepidante, con una Inglaterra disfrazada de vendaval y poniendo en jaque a España desde el primer suspiro.
Pero poco a poco la Rojita puso pausa al asedio y el gol de Sergio Gómez en el minuto 10 supuso una sonora bofetada para los ‘pross’. César se fue por la banda izquierda y su centro fue recogido por el jugador del Barça, que puso la caña in extremis para hacer el 1-0.
España empezó a triangular con comodidad, pero Inglaterra asustaba mucho a la contra. En el 20’ Moha tuvo el 2-0, pero falló in extremis al avanzarse el balón.
Los ‘pross’ apretaban, picados en su amor propio, y cuando más miedo metían, el azulgrana Sergio Gómez firmó un golazo en el 31’ para poner el 2-0 en el marcador. Efectividad total de la Rojita.
Con el viento a favor los de Santi Denia empezaron a asociarse con criterio, atemperando el pulso, pero Inglaterra nunca le perdió la cara y siguió mordiendo a la contra.
Así, en el 40’ se vio un palo a chut de Foden. El aviso del gol que iba a llegar, pues en el 44’ Inglaterra redujo distancias y de paso, se metió en el duelo, con un tanto del ariete Brewster. Él mismo tuvo el empate en el 47’, pero el portero Álvaro sacó una manopla de oro.
El tanto inglés sobre la campana fue una diana psicológica y devino providencial a la postre, pues el 2-1 dio alas a los ingleses que salieron como ‘motos’ tras el descanso, yendo a por la remontada desde el primer suspiro.
En la reanudación, acoso y derribo inglés sobre la meta española, muy segura hasta entonces. Pero pronto empezó el carrusel de goles. En el 58’, centro por la derecha de Sessegnon y White, a boca de gol, no falló, poniendo el 2-2. La remontada inglesa se empezaba a gestar y los de Santi Denia no sabían cómo parar la avalancha y el poderío de los ingleses, muy crecida y creyendo en la gesta.
Miranda tuvo el tercero español de cabeza, pero paró bien el meta inglés. Perdonó y lo pagaron. Foden, un jugadorazo, abrió su recital. Avisó en el 61’ y volvió a lucirse el meta Álvaro.
Pero ya no falló en el 69’. Hudson Odoi se fue como una bala por la izquierda y le puso un buen centro a Foden, quien fusiló para firmar la remontada. 3-2, jarrón de agua fría para los de Santi Denia, que debían luchar en pos de un milagro.
No bajaron la guardia y en el 73’, remate de Chust, pero Sessegnon sacó el balón en la misma línea de gol. Una pena para la Rojita, pues se pudo haber metido en el duelo y soñar con los penaltis.
Abel Ruiz y Mateu Morey tuvieron alguna chance, pero el poderío inglés fue difícil de contrarrestar. Y cayeron más goles, los de la sentencia en la recta final.
En el 84’, tanto de Guehi, que aprovechó un balón muerto en un embrollo en el área pequeña tras una falta. El 4-2 ya hundió definitivamente a los españoles.
Y la puntilla definitiva llegó en el 88’ cuando Foden, el mejor de la final, firmó su segunda diana de la noche para poner el 5-2 en el luminoso para los ‘pross’.
En los últimos minutos el duelo se calentó, con piques innecesarios y acciones poco elegantes de algunos jugadores ingleses. El 5-2 no se movió e Inglaterra se convirtió en la campeona del mundo