Victoria en tiempos difíciles
La situación ambiental es confusa, incierta. Desde hace muchos días, las audiencias de radio y televisión han aumentado en los espacios informativos en detrimento de películas, concursos y demás. Y un amigo quiosquero me dice que la venta de periódicos se ha disparado. Son solo síntomas de que existe preocupación por lo que pasa o pueda pasar. Sin semana de carreras en Montmeló, se ven helicópteros sobrevolando la ciudad que traen el recuerdo, solo recuerdo lejano, de aquel implacable final de ‘Apocalipsis Now’ y la imborrable imagen de Marlon Brando. Ceses, tribunales, Constitución y prisión son palabras que no aportan tranquilidad a la mente del ciudadano pacífico. Esperemos que pronto sea ya un vago recuerdo... Mientras, sigue el fútbol, una forma de distracción real, y el Barça a lo suyo, ganar, ganar, ganar. El sábado en Bilbao así fue, con un primer tiempo dominador, pero con un solo gol, ¿de quién? De Leo Messi. Luego, vuelco total, el equipo atrás tapando espacios y solo el acierto último de Ter Stegen y que el Athletic no es un manantial goleador, permitió aguantar el resultado victorioso y al final del tiempo los locales todos al ataque, el Barça roba un balón y en su rápido contraataque Paulinho acertó con el 0-2. Victoria, récord, pocos goles encajados, bastantes marcados y Messi siempre a punto para resolver cualquier situación. Parece evidente que la cosa, el juego, el planteamiento quiero decir, y también el nivel del equipo ha cambiado. La huida de Neymar y la inesperada larga lesión de Dembélé ha librado a Valverde de tener que jugar con el tridente, con todo lo que ello conlleva. El ‘míster’ plantea los partidos, en especial en campo contrario, con cuatro centrocampistas natos -en la Catedral, Busquets, Rakitic, Gomes y Paulinho-, más la desenvoltura libre de Messi por cualquier situación. Delante, Suárez solo, lo que le hace mover mucho pero con poco contacto con el balón en posición favorable para el remate. Con este planteamiento, es evidente que en muchos momentos el dominio lo tiene el contrario, nuestros defensas y portero son básicos y solo han recibido tres goles en diez partidos. En ataque, no se crean demasiadas ocasiones pero el factor determinante es, como ya hace muchos años, Leo Messi. Por el momento, no sé por cuánto tiempo, olvidémonos del juego superior, maravilla nacional y mundial. Ahora todo es más práctico, más de equipo funcional. Comparando alineaciones es evidente que un grupo que ha perdido en los últimos tiempos a Dani Alves, Xavi, Neymar yaveces no tiene a Iniesta por lesión, no puede jugar igual que el equipo maravilla. No estoy descubriendo nada. Seguro que los técnicos del Barça son conscientes de ello y están buscando también otras soluciones. A nosotros nos gusta ganar también pero esperamos que pronto vuelva ‘tocar, tocar y ganar’. Escrito todo esto, fiesta grande en Montilivi con el Girona, grande de verdad. El Real ni juega ni gana. Peor para ellos. Y ‘The Best’, desaparecido. Un habano
Sin Neymar ni aún Dembélé, el juego del Barça de Valverde es de equipo práctico