El Barça mantiene el ritmo
El día a día sigue siendo incierto, desagradable. Se ha perdido la tranquilidad con la que vivíamos y en su lugar, todo son dudas. Artículos (155) que hasta hace poco yo creo que ni los que mandan conocían, destituciones y, lo más grave, el vicepresidente Junqueras y todos los ‘consellers’ que fueron citados en la Audiencia estuvieron allí unas pocas horas y a la cárcel. Lejos, a 80 kilómetros, y, al parecer, con trato inapropiado. El presidente y otros ‘consellers’ también cesados -este 155 tiene una potencia nuclear- en Bruselas y vamos a ver cómo acaba esta situación. Bien, desde luego, no.
Nadie puede negar que estamos viviendo un duro momento. No soy político. Estudié Ciencias Políticas en Madrid, en los 60. Era la única facultad en la que daban estos temas y lo que allí insistían contínuamente en que, política, ejercer la política, no tiene nada que ver con las actuaciones que ahora estamos viendo y sufriendo.
Será que solo son políticos de nombre y profesión. Esto y muchas más cosas dijo de forma contundente Évole el sábado en laSexta y también Gerard López , el nuestro, se ha mostrado indignado por las últimas decisiones. Alguien tiene que parar esto y buscar la solución.
Mientras, el Barça a lo suyo, sigue lo de ganar y ganar. Sin novedad al frente, bueno sí, una,
Valverde sorprendió al personal, como en cada partido, y esta vez se decantó por Alcácer. Un acierto. El valencianista, con muy pocas ocasiones hasta el momento, ya pasó le con Luis Enrique, hizo los dos goles ganadores típicos de futbolista de área y decantó el resultado en un partido que empezó explosivo pero que llegó a ponerse peligroso porque el Barça gana pero tiene una excesiva facilidad para ceder terreno. Y esto ha pasado en varios partidos en los que no consigue un resultado amplio hasta el final.
Sin embargo, lo negativo y noticia de la semana futbolística ha sido el encadenamiento de dos derrotas del Madrid. Lo de Girona fue para verlo y no creerlo, el 2-1, un resultado corto por lo visto sobre el terreno de juego. Con ocasiones, tiros al poste, dominio local, mientras el Real navegaba sin rumbo cambiando sistema y jugadores sin mayor resultado positivo. Pero es que lo de Wembley rozó la tragedia en el marcador. Pochettino puso en evidencia todos los desajustes que tiene el Madrid en la media y la defensa. Dos atacantes, que solo atacan, pero sin marcar goles: Cristiano y Benzema. Modric y Kroos, que cuando pierden el balón pierden el sitio, crean grandes boquetes. Marcelo, al que alguien ha convencido de que su fuerte es hacer de extremo, que es el lugar que más a menudo ocupa. Con estos espacios, el Real cada vez atacaba y perdía el balón generaba peligro en su portería. Fueron tres y pudieron ser más. Y en el banquillo solo
Asensio, ahora difuminado, que cuando salta al campo para hacer de bombero es una parcela para la que no está preparado. Los palos que le han caído al Real, a la plantilla, a la política de traspasos -Morata,
James, Mariano, Pepe- han sido formidables. Hasta el mismo Cristiano se ha sumado a la crítica general. Esto es así pero cuidado que los blancos son de los que saben reaccionar, como ya han hecho otras veces. Atentos y a seguir ganando. Si es así, no llegarán a coger al Barça esta temporada
Sin rematar los partidos, los de Valverde continúan con una racha espectacular