El Divina Joventut lleva la fe al límite
Al Divina Joventut le puede venir de una victoria para conseguir sus objetivos esta temporada. Si eso acaba siendo así, una de las que más se recordará al final será la de ayer en el Olímpic. Haciendo frente a la exclusión de Albert Ventura, a la eliminación de cinco jugadores por faltas, a un arbitraje funesto, y batallando tras dos prórrogas y dos horas y media de partido, los badaloneses lograron derrotar al MoraBanc Andorra (103-101) en un choque inolvidable que premió la fe y persistencia.
Cediendo en el marcador desde el final del primer cuarto, los verdinegros consiguieron empatar el partido a 4 segundos del tiempo reglamentario gracias a un triple de Sergi Vidal (79-79). Otorgando la iniciativa en la primera prórroga y perdiendo de 4 a 8 segundos del final, empataron de nuevo tras dos tiros libres de Vidal y una bandeja de Richard. Ya en la segunda prórroga, llegaron a perder por cuatro a 1:57 de acabar pero también remontaron, aprovechando el único momento en el que se pusieron por delante con canastas finales de Richard y Dimitrijevic.
Sergi Vidal (15 puntos), Richard (24) y López-Aróstegui (14) fueron determinantes en esa fase final. A ellos hubo que añadir a Jerome Jordan que acabó con 19 puntos antes de ser eliminado.
La Penya dominó en el inicio gracias a la superioridad de Jero- me Jordan sobre Diagné. La entrada en pista de Karnowski equilibró las fuerzas en la pintura y los andorranos entraron de lleno en el partido con un parcial de 4-15 que les dió las primeras ventajas.
Guiados por un certero Jaime Fernández y con la seguridad que daba Karnowski en el poste bajo, los pirenaicos fueron amasando rentas que llegaron a los 12 puntos en el tercer período ante los problemas de los locales para defender el bloqueo directo y enlazar ataques menos previsibles.
Sin Ventura, excluido de forma directa por Peruga tras una protesta verbal en el minuto 27, las cosas se pusieron feas para los badaloneses, que acusaron la falta de producción de un errático Kulvietis. La dirección de Wayns y el trabajo de López-Aróstegui dio alas al equipo verdinegro para la acometida final del último cuarto, que dio paso a la épica de las prórrogas en una matinal inolvidable.
Al final una victoria es una victoria pero lograda así sabe a mucho más y sirve de lección para no dar nada nunca por perdido