Mundo Deportivo (Barcelona)

APAGÓN HISTÓRICO

El Barça más inexplicab­le: de la perfección del primer cuarto a acabar perdiendo el encuentro Los azulgrana ganaban por 26 puntos, pero desconecta­ron y ya no lograron tomar el control

- Jesús Pérez Ramos

Lo nunca visto. El Brose Bamberg-Barça pasará a la historia como uno de los partidos más extraños de la historia de la Euroliga, un encuentro en el que un equipo, el azulgrana, elevó el concepto ‘irregulari­dad’ a la enésima potencia. Lo que ocurrió en esos 40 minutos tiene una explicació­n difícil, muy difícil. El combinado que dirige Sito Alonso pasó de hacer un juego excelente en el primer cuarto y de disfrutar de una ventaja de 26 puntos (12-38) a perder el partido de la manera más lamentable posible (84-81). Nada fue normal, ni esos primeros 10 minutos, en los que los azulgrana metieron 38 puntos con una calidad de juego excelente, ni tampoco los 30 siguientes, en los que el combinado barcelonis­ta encajó un tremendo parcial de 72-43.

Datos en mano se batieron al menos dos récords. Esos 38 puntos son la mayor anotación de la temporada en la Euroliga en un cuarto y los 26 remontados son también la mejor marca de la campaña, dos cifras que dan una idea de lo surrealist­a que fue este enfrentami­ento. El Barça es, en definitiva, protagonis­ta para lo bueno y para lo malo. No parece haber término medio para este equipo, capaz de lo mejor y de lo peor, algo que apunta desde luego no a una cuestión de falta de calidad, sino a un tema de actitud, de

querer poner siempre y con continuida­d en cancha un nivel aceptable de energía, concentrac­ión e intensidad. No hay que quitarle, desde luego, ningún mérito al Brose, que demostró calidad, buen juego y deseo de victoria, pero el mayor responsabl­e de lo que pasó es el propio Barça, así de claro.

Lo de los primeros 10 minutos fue tremendo. El Barça comenzó como una moto con un quinteto formado por Heurtel, Hanga como

escolta, Sanders como alero, Moerman y Seraphin. La diferencia en Valoración al final de ese primer cuarto fue de -2 a 62, un dato que lo resume todo. El marcador, 12-38. Sin embargo, a partir de ahí el equipo se dejó ir, levantó el pie del acelerador. En lugar de ir a sentenciar o como mínimo de controlar a su rival aceptó varias canastas seguidas y en cambio anotó dos en sus cinco primeros minutos del segundo cuarto. Eso fue el

principio del fin, porque ya perdió el hilo del partido. Andrea Trinchieri, técnico del Brose Bamberg, apostó por un quinteto ‘bajito’ y tirador para volver loco el partido y la táctica le dio resultado, gracias a sus evidentes méritos pero principalm­ente merced a un Barça que, simplement­e, desconectó.

El parcial del segundo cuarto fue un 25-11 y un 35-6 de valoración y eso ya le enseñó al conjunto alemán que la proeza era posible. Y

cuando redujo la diferencia a menos de 10 puntos, ya en el tercer cuarto, llegaron las prisas en el Barça, el querer arreglar el desastre como sea, pero lo cierto es que en los tres últimos cuartos nunca llegó el ritmo del encuentro, siempre fue a remolque de la iniciativa de su adversario. Cuando el Brose se colocó por primera vez por delante (75-74) ya sólo faltaba encomendar­se al carácter ganador de alguien, pero eso tampoco apareció o al menos no lo suficiente.

Al final, derrota, la derrota más dolorosa que un equipo puede encajar, después de vencer en la pista del Real Madrid y tras llegar al final de los primeros 10 minutos bordando el juego y adquiriend­o una ventaja de 26 puntos. Y sí, este equipo es capaz de lo mejor y de lo peor, eso ya ha quedado claro, pero al final la realidad es que la clasificac­ión de la Euroliga no miente: dos victorias y seis derrotas, y ocupando las últimas posiciones

 ?? FOTO: EFE ?? Kevin Seraphin, pívot del Barça Lassa, taponado por el jugador del Brose Baskets Bamberg Patrick Heckmann enel partido de ayer
FOTO: EFE Kevin Seraphin, pívot del Barça Lassa, taponado por el jugador del Brose Baskets Bamberg Patrick Heckmann enel partido de ayer

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain