“Gracias por tocarme los huevos”
La campaña con Valderrama para prevenir el cáncer de testículos es extraordinaria
La revista Líbero ha hecho un anuncio sensacional para promover la exploración y detección a tiempo de un posible cáncer de testículos. Lo encontrarán en Youtube. El hombre elegido no puede ser más adecuado: Carlos Alberto Valderrama, al que, entre otras virtudes futbolísticas, se le recuerda por el mañoso tocamiento de turmas que recibió por parte de Míchel en un partido. El ex futbolista admite que todavía puede sentir ese instante. En un preciso trabajo de edición, fragmentan el famoso vídeo en tres etapas que Valderrama describe con precisión médica: “Primero, palpando el testículo izquierdo en la zona inferior, hacia arriba, con las yemas de los dedos. Luego, el derecho repitiendo el mismo movimiento. Y una tercera vez, para ver si los testículos tenían la misma forma, tratando de encontrar algún bulto”. Aunque admite que se enfadó un poco, aclara: “Si hubiese sentido dolor tendría que haber consultado al médico porque así se puede detectar a tiempo un posible cáncer de testículos”. Y entonces llega el mejor momento: “Por eso, querido amigo, quería darte las gracias. Por haberme tocado los huevos en tres simples pasos. (…) Gracias Míchel”.
Enhorabuena al creativo publicitario. Un trabajo excelente: 1) DESDRAMATIZA: Pone sentido del humor a un hecho temido, delicado y tabú, lo que facilita la repercusión del anuncio. 2) CONECTA: Utiliza un contexto popular y masivo como el fútbol, conectando fácilmente con el público al que se dirige. 3) FACILITA EL MENSAJE: Es gráfico y pedagógico. Normaliza la exploración testicular. Convierte en sencilla una cuestión médica que podría parecer compleja. Usa un lenguaje popular y unas instrucciones simples, rápidas y accesibles que las puede hacer cualquiera -hasta Míchel, de espaldas y durante un partido-. 4) LLAMA LA ATENCIÓN: El espectador identifica rápidamente el instante y se relaciona rápidamente a Valderrama con el asunto testicular. 5) Lo mejor de todo: ELIMINA EL COMPONENTE HOMÓFOBO que, en los últimos 26 años, los propios aficionados al fútbol han atribuido a la acción para convertirla, por fin, en un gesto positivo, útil y necesario: un generoso chequeo médico