ROZA EL RIDÍCULO
El Real, que fue pitado, empató ante un ‘Fuenla’ que se puso 0-1 y envió un balón a larguero antes del 1-1 Bale volvió y fue decisivo para el equipo blanco, mientras Keylor Navas se ‘comió’ el gol inicial de Milla
El Real Madrid estará en los octavos de final de la Copa del Rey, pero tampoco los blancos lo deberían celebrar. El equipo blanco rozó el desastre e incluso el ridículo ante un Fuenlabrada que acabó empatando en el Bernabéu y que jugó bastante, pero bastante mejor que un Real Madrid al que el mal juego ha afectado a toda la plantilla, no sólo a los titulares. Zidane puso un equipo con la segunda unidad y tres canteranos y lo cierto es que los del Castilla mostraron más ganas en aprovechar la oportunidad. Los Ceballos, Marcos Llorente, Theo y compañía, realizaron un partido para olvidar. Jugaron como desganados, como si el encuentro fuese más un problema que una ocasión para reivindicar minutos.
Buena prueba de lo mal que jugó el Madrid es que el Bernabéu pitó al equipo en más de una ocasión, harto de ver a los suyos incapaces de superar a un equipo de Segunda B. Esta vez, el jugador que más pitidos recibió fue Theo que perdió balones hasta aburrir y no mostró ninguna ambición por mostrar su fútbol.
El que se llevó la ovación de la noche fue Bale, aunque no llegó hasta la segunda mitad. El galés comenzó en el banquillo, algo que no sucedió con Keylor Navas y Kovacic, que con Bale, regresaban tras meses lesionados. El croata realizó un encuentro gris, mientras que el de Costa Rica fue protagonista en el gol de Luis Milla que significó el 0-1 para el Fuenlabrada. El centrocampista disparó fuerte, pero centrado desde fuera del área y Keylor metió una mano blanda que provocó que el balón diese en el larguero, después en su cuerpo y acabó entrando en la portería. Ese 0-1 fue en el minuto 25, pero el Fuenlabrada pudo haberse adelantado en el marcador mucho antes. De hecho, Hugo Fraile tuvo una clara ocasión en el minuto cinco y en el nueve, Navas paró un disparo de Matheus.
El Madrid no comenzó a existir hasta el 0-1 del Fuenlabrada. Adelantó líneas, pero sin crear peligro real y se marchó al descanso con un disparo entre los tres palos y pidiendo un penalti por mano de Juanma. El Madrid se fue al vestuario escuchando pitos de su público y regresó con esa misma música de fondo. Los blancos salieron con más ganas, con más ambición, pero con el mismo fútbol pobre que no provocó otra cosa que el enfado de la afición blanca fuese en aumento.
Bale, decisivo
Todo cambió en el minuto 62 cuando entró Bale que fue recibido con una ovación. El galés, más de dos meses después, volvía a jugar y casi en el primer balón que tocó le puso un centro a Borja Mayoral que puso el 1-1 en el minuto 63. Un gol con suerte porque el balón dio en el larguero antes de entrar. Una suerte que le faltó al Fuenlabrada que en la jugada anterior vio como Cata Díaz envió un balón al larguero y en otra acción anterior, Keylor evitó el 0-2.
Ese 1-1 y, sobre todo, la entrada de Bale, le dieron aire a un Madrid que en el 70’ marcó el 2-1. Fue otra vez Mayoral que aprovechó una jugada de Bale para marcar. El Fuenlabrada pidió fuera de juego del galés que estaba más adelantado que los defensas visitantes, pero el balón le llegó de un zaguero y eso validó su posición. El Fuenlabrada no se rindió con ese 2-1 y buscó el empate que merecía y esta vez, el fútbol fue justo y se lo concedió en el minuto 89 por mediación de Portilla que puso el 2-2 definitivo
Bale entró en el minuto y tardó ocho en participar en los dos goles de Mayoral