Un gran Lleida echa a la Real
El equipo catalán hizo ayer historia en Anoeta tras voltear un 2-0 con goles de Aitor Núñez, Manu Molina y Radulovic y sellar el billete para 1/8
La Real se durmió tras el descanso y permitió que el Lleida, un 2ª B, le pintara la cara
El Lleida protagonizó ayer una gesta histórica, mayúscula, tras apear a la Real Sociedad de la Copa del Rey al imponerse por 2-3 en Anoeta. Los catalanes, que venían con un 0-1 en contra de la ida, lograron voltear el 2-0 con el que la Real se fue al descanso y en una brillante segunda parte firmaron un triunfo de oro, sellando el billete para octavos.
Los goles de Aitor Núñez, Manu Molina y Radulovic, a tres minutos para el final, permitieron que el Lleida hiciera historia y provocara uno de los mayores ridículos de la Real en su historia reciente.
Con un ‘once’ plagado de suplentes, los txuri urdin parecieron dejar el trabajo listo en diez minutos de inspiración goleadora en la primera parte, en la que los tantos de Diego Llorente y Juanmi parecieron dejar la eliminatoria sentenciada. Nada. Dos goles en tres minutos en la reanudación dejaron Anoeta tiritando, aunque sólo el fue el anticipo de lo que llegó al final, con el tanto de Radulovic.
La Real salió decidida a sentenciar el partido y a los tres minutos Bautista ya tuvo una clara ocasión tras un buena jugada de Vela pero su remate de interior se fue fuera por poco. Pese a ese inicio de la Real, el Lleida tuvo su momento tras una pérdida de Pardo en la medular que se transformó en una contra. Musa puso un gran centro por delante que no encontró rematador. Al cuarto de hora de partido, un córner olímpico a punto estuvo de sorprender a Toño, pero sólo unos minutos después, Llorente pareció marcar el gol de la tranquilidad. Un segundo centro, tras un córner, de Canales lo devolvió al área Navas y Llorente cabeceó su sexto gol del curso.
En diez minutos de inspiración, a los 33, Juanmi doblaba la marca al recibir un gran pase del propio Llorente, romper el fuera de juego y batir con una tranquilidad pasmosa a Diego Rivas: 2-0.
Con 3-0 en el global de la eliminatoria, nada hacía presagiar lo que ocurrió en la segunda mitad. La Real salió totalmente destensada, dormida y dos perdidas se transformaron en dos goles. Primero uno de Aitor Núñez cruzando un balón ante la salida de Toño y un segundo tras un buen balón a la izquierda que terminó en penalti de Toño a Musa, que transformó Manu Molina (2-2). Con media hora por delante, el pánico se instaló en Anoeta ya que el Lleida, con un gol, apeaba a la Real.
Eusebio introdujo a Zubeldia y Zurutuza para sujetar más el medio del campo y aunque la Real dio un paso adelante, el partido entró en una fase muy nerviosa ya que los txuri urdin eran conscientes de que un gol les eliminaba. La Real no asediaba para marcar un tercer tanto que habría sido definitivo y el Lleida no renunciaba a atacar, dejando mucha gente arriba. A Eusebio no le quedó más remedio que sacar a Oyarzabal para buscar el gol de la tranquilidad y a punto estuvo de lograrlo en el 82’ con un disparo al palo largo.
Eran minutos en los que el ambiente se cortaba con un cuchillo. Y llegó la sentencia, el descalabro local. Un balón perdido primero por Juanmi y que después De la Bella permitió centrar hasta en dos ocasiones, fue cabeceado por Radulovic a la red de Toño. El desastre estaba consumado, la gesta del Lleida, un Segunda B que le pintó la cara, también