Pasan ellos?
Juan Miguel Jiménez López nació hace 24 años en Coín (Málaga) y es un buen futbolista que en 2010 entró en los anales de la Liga al convertirse en el jugador más joven de la historia en marcar dos goles en el mismo partido. Fue jugando con el Málaga en La Romareda de Zaragoza y sólo tenía 17 años y 115 días. El miércoles Juanmi volvió a entrar en la historia al ser sorprendido por las cámaras de televisión estando en otro mundo cuando, aparente y físicamente, parecía estar en Anoeta jugando un partido de Copa contra el Lleida.
Bojan Radulovic acababa de marcar el 2-3 que clasificaba al Lleida y eliminaba de la Copa a la Real, que había ganado la ida en el Camp d’Esports por 0-1. El valor doble de los goles en campo contrario metía al equipo de segunda B en los octavos de la final. Algo que Juanmi, que ha jugado mil veces esta competición con estas normas, no podía ignorar. Él, aunque llegó a Donosti hace un par de años procedente del Southampton, no viene de la luna. Conoce, debe conocer, las normas de la competición. Sin embargo, en ese momento, estaba en babia. Recien aterrizado en la realidad. La televisión le pilló sacando de centro y preguntándole a Canales si con ese resultado, “¿pasan ellos?”.
La perplejidad que provoca esa situación es difícil de explicar. Puede que el gol de Bojan le dejara turulato, pero puede ser también que Juanmi no le hubiera dado ninguna importancia al partido, puede que no hubiera respetado al rival, que le diera por eliminado hace una semana y que saliese a jugar como si fuera a entrenar con los amigos. Sin competir. A cumplir el trámite. Y así le fue a él y a la Real. Eliminados.
A la misma hora, en el Camp Nou, el Barça recibía al Murcia con un 0-3 a favor de La Condomina. Entre los titulares de Valverde estaba Piqué, un titularísimo que jugó ese partido con la misma intensidad que si el visitante hubiera sido el Madrid. Con una actitud irreprochable, como la del resto de sus compañeros, muy distinta a la que tuvieron los futbolistas de la Real ante el Lleida. Y sí, aunque sea verdad que a los jugadores profesionales les molesta mucho que se dude de su actitud, hay veces que es inevitable dudar. Visto lo visto en Anoeta, ¿cómo no hacerlo? Al fútbol, señores, hay que jugar siempre en serio. Cualquier partido. Todo lo que no sea eso, es inadmisible
A los futbolistas les molesta que se dude de su actitud pero hay veces que es inevitable