“SOY MUCHO MEJOR QUE HACE AÑO Y MEDIO”
Jon Rahm Golfista, nº 4 del ranking mundial a sus 23 años
Aún me cuesta asimilar todo lo que ha pasado y verme como me veis vosotros, porque ha sido todo muy rápido” El mal genio es muy positivo en algunos momentos, es lo que exteriorizo lo que tengo que mejorar” Siempre digo que los grandes que más me gustaría ganar son el British y el Masters de Augusta”
Jon Rahm coge oxígeno en su tierra tras un intensísimo 2017. Su primer año completo como golfista profesional se ha saldado con tres torneos ganados (uno del PGA Tour americano y dos del Circuito Europeo) y un cuarto puesto en el ranking mundial que confirma las elevadísimas expectativas que hay depositadas en este joven de 23 años recién cumplidos –el pasado 10 de noviembre– que intenta mantener los pies en el suelo ante tan vertiginosa progresión. “Sigo siendo un chico de pueblo, de Barrika, aunque viva en Arizona”, manifestaba el vizcaíno en la rueda de prensa celebrada esta semana, tras la cual charló unos minutos con MD.
Año y medio después de debutar como profesional, ya es el nº 4 del mundo. ¿Le ha costado hacerse a la idea?
Creo que aún no me he hecho a la idea. Ese es el secreto de todo. Aún me cuesta asimilar todo lo que ha pasado, porque ha sido muy rápido y verme como me veis vosotros. Me veo como quien soy, aparte de lo que haya hecho deportivamente. Intento separarlo, pero me cuesta.
A nivel deportivo, ¿se ve mejor golfista ahora que hace año y medio?
Sí, mucho mejor. He ido mejorando poco a poco, puliendo detalles. Al final, con todo lo que he jugado, se van mejorando cosas. Y, después, el grado de experiencia que voy cogiendo y lo que me enseñan otros jugadores es algo muy importante.
¿En qué diría que ha mejorado especialmente?
Es difícil decir momentos o cosas exactas. Cuando estás jugando, se cometen menos errores tontos. Eres un poco más inteligente en la toma de decisiones. Luego, ya si hablamos técnicamente, he mejorado mucho mi juego de hierros. Todo se puede mejorar, pero ahí es donde más lo he hecho.
¿Va controlando ese pronto, ese mal genio que ya ha exhibido en alguna ocasión? ¿O quizás es algo positivo en ciertos momentos?
Es muy positivo en algunos momentos, pero es lo que exteriorizo lo que tengo que mejorar. Es difícil, cuando llego a algunos torneos y pasan las cosas que pasan; tengo la edad que tengo, el poco tiempo que llevo de profesional y lo que se espera de mí. Puede que a veces me juegue malas pasadas, pero desde el US Open poco a poco voy mejorando. Eso es trabajo continuo, como todo.
A nivel amateur ya jugó a un nivel elevadísimo, fue el mejor golfista aficionado del mundo. ¿Se nota el salto al profesionalismo a nivel de desgaste, tanto físico como mental?
Sí. Al final, de amateur en la Universidad jugaba 13 o 14 torneos, la mayoría a dos horas de vuelo lo más lejano. Ahora, he jugado 28, los dos últimos meses he dado la vuelta al mundo dos veces. No se puede comparar. El nivel de golf es más alto que en aficionados, pero el cansancio y el estrés son muchísimo mayores. Si lo pongo en términos futbolísticos, que es más fácil de entender, es como jugar una liguilla de diez partidos al año a competir en Primera con 38 encuentros, los viajes, los entrenamientos, la intensidad, etcétera. Es una gran diferencia.
De las victorias que ha conseguido en su primer año como profesional, ¿con cuál se queda? ¿Quizás con la primera?
Sí, pero no solo por ser la primera, sino por la manera en la que gané. Esos últimos 9 hoyos remontando, jugando como jugué. Fue explosivo, fue algo que yo no sabía que fuera capaz de hacer.
Ha sido una temporada excepcional, pero ¿borraría algo de ella?
No borraría nada. En la vida hay momentos buenos y malos. De los momentos malos, hay que aprender y si aprendes de ellos, merecen la pena. Y si no, te volverá a pasar para que aprendas otra vez. Cada bache me ayuda a mejorar y a crecer para ser quien soy ahora e ir mejorando.
Ahora que ya está asentado entre los mejores golfistas del mundo, sus inicios quedan muy lejos. Pero, ¿qué papel han ejercido en su carrera personas como los hermanos Losada?
Jorge y Luis Losada fueron los dos entrenadores míos. Jorge fue el que me dio mis primeras clases y Luis ya en Larrabea, por colectivas. Cada persona que ha aportado algo para mi carrera es muy importante para mí. Los Losada me vieron crecer, los dos me dieron muchos años de clases, y estoy eternamente agradecido. Si no fuera por ellos, no estaría donde estoy. Y si no fuera por cómo ha pasado todo, empezando justo por ellos, no habría llegado a donde estoy. Por eso siempre me acuerdo de gente como ellos. He tenido a Jorge, a Luis, muchos de las federaciones y clubs, a Eduardo Celles, que es el que más tiempo he tenido, a otros con el equipo nacional como Salvador Luna, a Yago Beamonte, a Kiko Luna. Luego en Estados Unidos a los de TPI como Dave Phillips. Profesores ha habido muchos que han aportado algo porque ha pasado mucho tiempo. Todos han hecho algo por mí.
Ha reconocido que superar en 2018 lo logrado este año va a resultar muy difícil. Si dentro de 12 meses, Jon Rahm está quinto en el ranking mundial, ¿qué sensación tendría?
No lo sé. El ranking mundial es tan complicado, hay tantos jugadores buenos, se va para arriba y para abajo. Imaginemos que estoy quinto y he ganado cuatro torneos. Pues C’est la vie, son cosas que pasan. Si he jugado muy mal y estoy quinto, diré que menos mal que estoy quinto. Todo depende de muchas cosas. El ranking mundial no determina si has tenido un año bueno o malo. Puede que alguien lo tenga mejor que tú y bajas puestos. Un buen ejemplo es Hideki Matsuyama. Ha estado ahí arriba todo el año, yo le he pasado y ha ganado tres veces. Ahora está quinto en lugar de cuarto. Es el golf y los sistemas de puntos, es lo que hay.
¿El gran sueño de Jon Rahm, en términos de golf, sigue siendo vestirse la chaqueta verde?
Hombre, es uno de ellos, sí. Siempre he dicho que los grandes que más que gustaría ganar son el British y el Masters de Augusta. Es un gran sueño para todos.
Aficionado y socio del Athletic. ¿Para cuándo el saque de honor en San Mamés?
Ojalá sea cuando gane un ‘grande’. Si me lo ofrecen antes, no voy a decir que no. Porque el Athletic es muy querido para mí e iré. Pero mejor si se da después de haber ganado uno de los ‘grandes’