‘Fiera’ en el campo, tranquilo fuera
Paulinho y su esposa Bibian abrieron las puertas de su casa a Mundo Deportivo
A apenas siete minutos de la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí, en la parte de la montaña, en una zona residencial muy tranquila, está ubicada la casa de Paulinho. A diferencia de otros compañeros como
Messi, Suárez o Rakitic, que viven en la playa, algo más alejados, el brasileño escogió una vivienda que estuviera muy cerca de su centro de trabajo diario y del Camp Nou para no perder mucho tiempo en los trayectos hacia el entrenamiento o los partidos.
Puntual a su cita, a las 9 de la mañana, tal y como nos había citado, Paulinho responde al timbre y nos abre las puertas de su casa. Es tan temprano, que la luz se cuela de forma directa y obliga a bajar las persianas para que la entrevista transcurra cómodamente. Su lema ‘Tudo tranquilo’, una de las expresiones más comunes en Brasil, lo exhibe también en la camiseta que viste y lo profesa durante los cerca de 60 minutos que dura el encuentro. Acostumbrados a tener que ir siempre a la carrera y muy pautados, Paulinho nos hace sentir muy cómodos en su casa. No mira ni una sola vez el reloj. Es más, lo aparca en la mesa. De su lado no se mueve su esposa, Bibian, que nos recibe con la misma simpatía y que está muy atenta a cada una de las respuestas de su marido.
El centrocampista escapa del estereotipo brasileño. Es de madrugar y huye de la noche. Su vida en Barcelona gira en torno a dos cosas: su trabajo y su familia, su mujer y sus dos hijos pequeños, José Pedro y Sofía, que nacieron de forma prematura el pasado 30 de octubre. De hecho, hasta esta misma semana, Paulinho y su mujer han hecho del hospital Quirón Dexeus su segunda casa. Primero, porque antes de dar a luz, Bibian estuvo allí ingresada durante 15 días al tratarse un embarazo de riesgo y posteriormente, tras traer al mundo a sus hijos, han pasado más tiempo en el hospital que en su casa, pendientes de que los pequeños fueran creciendo en la incubadora. De hecho, ni las pocas horas de sueño ni el cansancio han logrado pasar factura a Paulinho, que paralelamente ha ofrecido un rendimiento espectacular. Es tal su felicidad, que resta trascendencia a las cosas. De ahí que no dudara en vestirse de Papá Noel para Mundo Deportivo. Al contrario. Lo aceptó de muy buen grado
‘Tudo tranquilo’, expresión típica de su país, la lleva en la camiseta y la profesa en la cita
Paulinho aparcó el reloj y aceptó de muy buen agrado vestirse de Papá Noel