SALEN A GANAR
Carlos Sainz y Lucas Cruz aspiran a la victoria en el Dakar 2018, el último que correrá el equipo Peugeot El piloto madrileño no se cierra puertas y deja entrever su continuidad con otro equipo en el futuro
Peugeot se despide del Dakar, y lo quiere hacer a lo grande. El equipo francés, que no retornará a la competición en 2019 por discrepancias con los cambios en la reglamentación, se presentó este martes en Madrid con el objetivo de intentar sumar su tercera corona consecutiva, tras las logradas en 2016 y 2017 por Stephan Peterhansel, que parte como favorito junto a sus compañeros Sébastien Loeb, Cyril Despres y Carlos Sainz.
El piloto madrileño, gran protagonista del acto, no cerró la puerta a seguir corriendo en el futuro con otro equipo. “No sé si será mi último Dakar. No me lo planteo. Ahora mismo sólo pienso en este año. Lo único que tengo claro es que el día que lo deje mi mujer será muy feliz, pero ya digo que eso no me preocupa nada en estos momentos” confesó.
De lo que no tiene dudas el campeón de 2010, que afronta su undécima participación en el Dakar, es que el objetivo es ganar. “Tengo muchas ganas por ser el último año de Peugeot. La filosofía es salir a por la victoria, si no no iría”. Un buen resultado que le permitiría también quitarse la espina de la pasada edición, cuando tuvo que abandonar en la cuarta etapa tras sufrir un aparatoso accidente cuando marchaba líder.
Para ello contará con el nuevo Peugeot 3008DKR Maxi, un coche con un motor de tres litros biturbo y dos ruedas motrices cuya modificación más visible está en las vías, que se han ensanchado 20 centímetros para mejorar su estabilidad.
Estos cambios agradan a Sainz, que valora la enorme diferencia con el coche de su primer año en Peugeot. “Es mucho más ancho, te da mas estabilidad y confianza, sobre todo en el fuera de pista, que este año es más importante”.
El Dakar más africano
Sobre el recorrido, Sainz cree que este año estamos ante “la edición más africana desde que corremos en Sudamérica. La parte de Perú será muy distinta a lo que hemos vivido en años anteriores, y el tramo de desierto que atravesaremos es el más genuino de América, más incluso que el Atacama”. Para lograr el triunfo final Sainz considera clave la estrategia. “Es importante tener paciencia y la cabeza fría. Por ejemplo, el primer día no interesa quedar demasiado arriba para no tener que abrir pista al día siguiente. Detalles como esos pueden ser claves al final” aseguró Sainz, que considera que en el Dakar no hay etapa fácil. “No te puedes fiar nunca. Hay que ir pasando días para estar más cerca del objetivo final”.
Preguntado por si hay secretos para ganar una carrera así, el madrileño cree que es necesario “un buen coche, un gran equipo, ir más rápido que los demás... y tener suerte. Hay tantas situaciones complicadas, que hay que saber sufrir y tener paciencia. No querer recuperar todo de golpe tras un mal día. Todo eso, y un buen copiloto, que te puede hacer ganar o perder un rally” aclaró en alusión al gran trabajo de su inseparable Lucas Cruz.
Rivales en casa
Sobre los rivales, Sainz considera que el ‘enemigo’ está en casa. “Peterhansel tiene mucha experiencia y sabes que va a estar ahí, y Loeb poco a poco le va cogiendo el aire a la prueba y creo que estará arriba también. Del resto, el más peligroso será Al-Attiyah porque domina el fuera pista, y este año será importante. ¿Los Mini? No creo que luchen la victoria final pero pueden estar arriba en alguna etapa” concluyó
Carlos Sainz
Posiblemente este año viviremos el Dakar más africano desde que se corre en Sudamérica”
Hay días que son un ejercicio de paciencia brutal. Soy impaciente por naturaleza y me ha costado adaptarme”