La prueba del algodón blanco
El Clásico pondrá a prueba la solidez defensiva del Barça. El por qué sólo ha encajado 7 goles debe tener una explicación más allá de Ter Stegen
Cuanto más se acerca el partido, más difícil es encontrar un trocito de era que no se haya trillado por los cientos de observadores que llevamos una semana pendientes de un Clásico matemáticamente desequilibrado, con 11 puntos de ventaja para el Barcelona, pero siempre más igualado de lo que refleja la clasificación. Como todos los años, aquí y allí, este siempre es un partido distinto y, como en todos los encuentros del campeonato, a la hora de la verdad, lo que cuenta no es lo que se ha hecho antes de saltar al terreno de juego sino lo que se hace en el campo.
En la tabla, además de los puntos, observamos por otra parte otras casillas significativas. El líder llega al reino de la BBC habiendo marcado 12 goles más (42/30) que el campeón y encajando 4 menos (7/11). Aún así, uno tiene la sensación de que este partido pondrá a prueba la fiabilidad defensiva del Barcelona. Y es que, sí señor, el Barça ha recibido muy pocos en contra pero, en buena medida, el éxito de ese registro hay que dárselo a Ter Stegen que, con actuaciones prodigiosas, ha sumado puntos en muchos partidos del campeonato. Sus paradas, paradones, con empate a cero han cimentado más de una victoria
Si el porterazo alemán ha parado tanto, tantísimo, ha sido consecuencia de las ocasiones generadas por los rivales y en el jardín de la Casa Blanca habrá que tener muchísimo cuidado con las llegadas del Madrid por más que Benzema y Cristiano no encuentren la red y sus registros en Liga (2 goles el francés y 4 el portugués) sean una anomalía de la lógica. Como es igualmente ilógico que el Madrid de Zidane, que llegó a marcar al menos un gol en 73 partidos consecutivos, se haya quedado esta Liga tres veces a cero.
Que los dos grandes artilleros del campeón hayan metido los mismos que Paulinho hay que encuadrarlo en lo coyuntural. Una mala racha que el Barça cortará de cuajo si concede facilidades. Y puntuar, mejor dicho, ganar en Madrid dependerá más de la solidez colectiva del Barcelona que del exquisito punto de forma de Ter Stegen. Que la estrella sea muchas veces el portero también debe ser cuestión puntual. Las últimas y sonoras victorias en Chamartín se han basado en el colectivo. Eso sí, con Messi al frente, que le ha hecho más goles al Madrid en el Bernabéu (14) que en el Camp Nou (9)