La fuga de Neymar al PSG marca 2017
‘O craque’ estuvo cuatro años en el Barça, pero se fue antes de merecer el trono de Messi. Dejó los 222 millones más amargos
El año que se despide, 2017, quedará para la historia del FC Barcelona como el último de Neymar como azulgrana. El crack brasileño que, a la larga, tenía el encargo de suceder en el liderazgo del equipo al inigualable Leo Messi, prefirió buscar nuevos estímulos económico-deportivos en el PSG. Pese a renovar unos meses antes hasta 2021, Neymar aceptó la promesa de galones y de millones del mecenazgo qatarí del PSG, que rompió la baraja y el récord mundial de inversión al pagar los 222 millones de euros de una cláusula de rescisión que, en semanas, se reveló asequible para los llamados Clubs-Estado.
La etapa culé de Neymar, de cuatro temporadas, dejó 10 títulos, 105 goles y 59 asistencias en 186 partidos, de los cuales 139 acabaron en triunfo y 21 en empate. Pero, más allá de las buenas cifras, no anduvo sobrado de jornadas para la gloria personal, salvo la remontada ante el PSG, en octavos de final de la pasada Champions League. Su ‘hat trick’ fue clave para ganar por 6-1 y levantar el 4-0 que traía el equipo francés de París.
Al verano siguiente reapareció el runrún acerca de los flirteos del presidente Nasser Al Khelaifi sobre ‘o craque’ y su padre, un cortejo que ya había intentado en 2016. Esta vez, la seducción funcionó y, tras completar la gira de julio por Estados Unidos con el Barça, el 5 de agosto Neymar se presentó a lo grande con el PSG. Hasta la Torre Eiffel le dio la bienvenida. La intensa intrahistoria de su salida dejó alguna escena para el recuerdo, como la foto con Gerard Piqué que el defensa difundió en las redes sociales con un “se queda” que, finalmente, fue una falsa noticia. Neymar se fue a París en busca de más dinero y un reconocimiento individual que, pese a su gran relación personal y futbolística con Messi y Luis Suárez, en el Barça quedaba eclipsada. Los graves líos judiciales que sembró su paso por el Barça, el más importante surgido de una denuncia de un socio culé, complicarán su memoria. En París es ya el referente de un equipazo, pero meses después de su llegada, nadie puede jurar que siga allí por mucho tiempo