Messi lo arregla todo
Después del verano más convulso que se recuerda, el Barça le ha dado la vuelta a las sensaciones y los resultados de L’Observatori blaugrana confirman que el equipo de Leo sostiene al club
Situémonos. En julio se sabe que Neymar ha decidido irse al PSG. En agosto, el Madrid le pega al Barça un repaso de padre muy señor mío en los dos partidos de Supercopa. Piqué confiesa que por primera vez en año se el equipo se siente inferior al máximo rival. Arranca septiembre con Agustí Benedito recogiendo las papeletas que ponían en marcha el proceso de moción de censura que no llegó a concretarse pero que obtuvo más de doce mil adhesiones. Una semana después, Dembélé, el día 16 en Getafe, se lesiona de gravedad. En octubre, el vicepresidente Carles Vilarrubí y el directivo Jordi Monés presentan su dimisión por discrepancias con Josep Maria Bartomeu con la posición del FCB en el procés independentista.
El Barça, en este tiempo, no consigue fichar a Coutinho, los fichajes del año pasado siguen sin convencer y no hay manera de vender a nadie. Y si no sale nadie no puede llegar nadie. Albert Soler, director de las secciones profesionales, comunica que deja sus competencias en el primer equipo, Robert Fernández parece candidato al próximo finiquito y Pep Segura asume la máxima responsabilidad. A todo, resulta que Messi sigue sin firmar el nuevo contrato.
La foto con Bartomeu no llega nunca. Ay, ay, ay,,,Valverde, mientras tanto, sigue a lo suyo. Impermeable a la catarata de mañas noticias, a todo lo que no sea la realidad del equipo. Mejores resultados que juego pero, al fin y al cabo, con ese panorama, lo que necesita el Barça es ganar. Y Ernesto gana con un Messi, una vez más, inconmensurable.
El equipo, como prácticamente siempre, sostenía al club mientras
la institución iba del fuego a las brasas. Levitando sobre el veraniego infierno, el vestuario ha sorteado todas las tensiones externas para centrase en un crecimiento que hoy no tiene límites. Superando lesiones, el mal momento de Suárez, las visitas al Wanda, San Mamés, Bernabéu, Mestalla, el Madrigal (La Cerámica, mejor dicho)... Y así, hasta hoy. Líder en Liga (con el Madrid a 16 puntos y el Atlético de Madrid a 9 ); líder en Champions; en cuartos de la Copa tras la exhibición (5-0 ante el Celta); invicto en los últimos 28 partidos; con Coutinho y Yerry Mina estrenando taquilla en el camerino y los resultados de L’Observatori blaugrana sobre la mesa del presidente. Un estudio que de haberse realizado en verano habría como concretado una esperpéntica, aunque reconocible, imagen del club. Ahora, terminada la consulta realizada en diciembre, ni rastro de espejos cóncavos ni convexos. Las luces de Bohemia alumbran una balsa de aceite.
Josep Vives nos avisará un día de esos para leernos los resultados del segundo Obseratori de 2017 y el portavoz va a tener que contenerse para que el balance de la percepción de los socios no parezca idílico pero, es verdad, con el viento a favor lo que hace cuatro meses parecía un parque atracciones del desconcierto, hoy es Disneylandia. Eso sí, siempre con debate. Unas veces las quejas son porque el dinero debe estar en el campo y no en el banco, otras porque (como ahora) están en el campo y no en el banco. Y lo que rondaré morena