Al lugar del gol que entró un metro
Un año después, el Barça vuelve al Villamarín, donde se le birló un tanto escandaloso
Ahora ya es tendencia, pero aquel 29 de enero de 2017 fue la chispa que encendió un debate hasta entonces muy marginal en la Liga y que hoy ya está en todas las tertulias: la aplicación de las nuevas tecnologías para corregir los grandes errores arbitrales. El que sufrió el Barça aquella soleada matinal sevillana fue de los más gruesos, incluso por su ya indemostrable repercusión posterior en la lucha por el título. Hoy, un año después, el Barça vuelve a jugar en el Villamarín, el lugar del crimen.
La película aún está fresca: ganaba el Betis 1-0 cuando, en el minuto 78, un mal rechace del verdiblanco Piccini se fue hacia su propia portería y el balón acabó entrando en el marco pese al despeje desesperado desde dentro del marco de Mandi. ¿1-1? ¡No! Hernández Hernández y su linier no vieron lo que todo el estadio, ante las protestas de Suárez, separando sus manos “un metro”. Luego se supo que el balón entró 57 centímetros. Al final, el Barça hizo otro gol, pero se dejó dos puntos.
El bochorno para la Liga fue mundial. Aun así, la siguiente edición sigue sin tecnología. Y el Barça volvió a ver cómo se le ignoraba otro gol clamoroso en Valencia, de Messi. Pero es que al Betis, también. Fue en Málaga y Joaquín se quedó sin su legítimo festejo. Algo más: hoy pita Latre. Y no es un chiste