EL REY LEÓN

Carlos Sainz y Lucas Cruz conquistaron su segundo Rally Dakar al volante del Peugeot 3008 DKR ‘El Matador’ triunfó ocho años después de su primer cetro por delante de Nasser Al-Attiyah y De Villiers

Carlos Sainz y su copiloto Lucas Cruz se proclamaron campeones del Rally Dakar 2018. A sus 55 años, en la despedida de la marca del león de la mítica prueba y en la que podría ser la última carrera de ‘El Matador’, el español se coronó con su segundo Dakar después del ganado en 2010. Ocho años después logró convertirse en el campeón en coches más veterano de la historia. Carlos no sólo ganó el Dakar más duro de los que se han corrido hasta el momento en Sudamérica, sino que su victoria cuenta con todos los ingredientes posibles para que pueda poner fin a su trayectoria (antes debe hablarlo con su mujer) con un broche de oro difícil de superar. “Salimos a ganar, si no no iríamos”, avisaba el español antes de viajar a Lima para disputar la prueba hace dos semanas. El reto era complejo. Debía vencer a todo un nueve veces campeón del mundo de rallies como Sébastien Loeb. Debía imponerse a todo un ‘perro viejo’, el 13 veces ganador de la mítica carrera, ‘Monsieur Dakar’, Stéphane Peterhansel. Debía también superar su mala suerte. Y pudo con todo, venciendo por delante de Al-Attiyah con una ventaja final de 43’40” y De Villiers, tercero, a 1h.16’41’’.

Tras ver como Despres y Loeb abandonaban a las primeras de cambio y hacerse con el liderato en la etapa 7 aprovechando una avería de Stéphane, Carlos se amarró con más fuerza que nunca a la victoria y no le tembló en ningún momento el pulso. En su carrera ha perdido varios títulos por errores y fallos mecánicos cuando ya se veía campeón y esta vez no lo podía permitir. “Dos semanas duras. Toca llevar el coche al final”, así encaraba la última etapa de 120 km de la especial final ansioso por celebrar el triunfo en Córdoba. Esta vez, nada de motores, cajas de cambio, pinchazos, salidas de pista ni ovejas en el camino. Carlos venció a lo grande.

A sus 55 años, ‘El Matador’ volvió a levantar los brazos en lo más alto del podio. Fue el rey león, el de la marca que tras dominar 6 de los 7 Dakar que ha disputado en dos etapas distintas dice adiós a la mítica carrera con una gran victoria del español. Ayer Carlos afron- taba la última jornada con más de 46 minutos de ventaja sobre Al-Attiyah, que seguía soñando con el triunfo, pero la única obsesión de Carlos fue llevar su Peugeot 3008 DKR hasta la meta de Córdoba. Y así lo hizo, con un ritmo de crucero, muy prudente, finalizando en la novena plaza a 3’19” de De Villiers, ganador ayer.

“Creo que me merecía el derecho de correr hasta que quisiera. Mucha gente se pregunta qué hago aquí con mi edad. Mi mujer muchas veces me pregunta: ‘¿Pero de verdad te compensa lo que estás haciendo?’”, expresaba el pasado año el piloto de Peugeot. Un curso después, obtiene la respuesta en Córdoba, allí donde celebró su última victoria en el WRC. Así se hizo su propio homenaje para cerrar un día redondo en el que logró dos triunfos: el Dakar y otro más importante, el alta hospitalaria de su gran amigo Luis Moya. Ayer ganaron Carlos, Lucas y Luis . Felicidades campeones

PRUDENCIA

Carlos mantuvo un ritmo de crucero ayer con el único objetivo de alcanzar la meta

CONTROL TOTAL Gestionó a la perfección su liderato desde la etapa 7

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