Robert, examen en febrero
Bartomeu y Segura, cuando termine el mercado de invierno, valorarán si ofrecen la renovar al secretario técnico que en septiembre parecía liquidado
El fútbol es más imprevisible que el tiempo. Es un juego, acaso el único, en el que no hace falta ser el mejor para ganar y un negocio que, afectado por mil variables, nadie es capaz de entender. El FC Barcelona, que en septiembre aparecía como la antología del fracaso, es hoy la sensación de la temporada. Y a algunos de los que entonces fueron señalados y casi sentenciados, se les atribuye hoy la paternidad de la criatura. Ni tanto ni tan calvo, pero así funciona esto.
La inimaginable, por venturosa, coyuntura ha provocado que el nombre de Robert Fernández, que en verano estaba colgado de las vigas más altas del Camp Nou, aparezca como triunfador del momento hasta el punto que hemos leído informaciones anunciando que Josep Maria Bartomeu le había ofrecido la renovación. Algo que confirmaría que lo imposible, en fútbol, es posible. Eso sí, después de pasarnos la mañana de ventanilla en ventanilla, la conclusión sería, en catalán, que “el més calent és a l’aigüera” y en castellano, se resumiría con que no hay nada, pero podría haberlo.
Robert, que acaba contrato el 30 de junio, está dispuesto a escuchar. Contento con su trabajo, con buena relación con el equipo, ha olvidado o quiere olvidar, cuánto le silbaron los oídos y las balas a primeros de septiembre. El fuego amigo también mata y él estuvo muy malherido pero, recuperado y con sus recomendaciones incorporadas a la plantilla, disfruta de su momento asegurando, en todo caso, que el presidente ni el presidente Bartomeu ni el mánager general Pep Segura le han propuesto extender la relación.
Desde el otro lado, nos contaron más o menos lo mismo, pero con matices. Es decir, mientras el mercado de invierno siga abierto, todos los esfuerzos se dedicarán a peinar la plantilla. Es decir, que no se ha hablado con Robert de otra cosa que no sean jugadores. Ahora bien, a partir de febrero el Barça admite que se planteará seriamente lo que todavía, oficialmente, no se ha planteado: la continuidad de Robert .Noselo han ofrecido, de hecho no se lo han planteado, pero se lo pueden ofrecer. Algo que beneficia claramente al secretario técnico. Hace unos meses estaba camino del paredón -y él lo tenía muy asumido- pero ahora, como si se considerara que el tiempo le ha dado la razón, aquellas balas pueden acabar siendo un traje de tiros largos para el secretario técnico. Es la diferencia entre estar muerto o vivo