GOLEADA ENGAÑOSA
El Real Madrid ganó al Valencia en Mestalla con bastantes más problemas de lo que reflejó el marcador Los blancos se pusieron 0-2 de penalti, pero tras el 1-2 de Mina no cerraron el partido hasta el minuto 84
El Real Madrid ganó en Mestalla una de las finales que tiene hasta final de temporada que, por otro lado, son todas. La victoria ante el Valencia es importante para los blancos para su rearme moral pero, sobre todo, para asegurarse estar en la próxima Champions que, a la espera del duelo ante el PSG, es el principal objetivo de este Real Madrid a estas alturas de la temporada. Un equipo, el blanco, que salió con la BBC de inicio 280 días después.
El triunfo en Mestalla no fue ni mucho menos cómoda a pesar de que el resultado no lo refleje. De hecho, el Valencia estuvo muy pero que muy cerca de igualar el 0-2 con el que se puso el Real Madrid, pero a los ‘che’ les faltó pegada para poder empatar a un equipo blanco desbordado por completo en el primer tramo de la segunda mitad. Antes de que eso pasara, los blancos se adelantaron en el marcador por 0-2 en una primera parte buena de los de Zidane y muy discreta de los de Marcelino, a pesar de que los locales tuvieron ocasiones para marcar, pero Keylor y la mala puntería ‘che’ lo evitaron. El protagonista de ese primer acto fue un valencianista: Montoya. El lateral cometió los dos penaltis que marcaron la primera mitad. El primero, en el minuto 15 sobre Cristiano Ronaldo que transformó el luso que inició una gran contra blanca que culminó con el citado penalti. Montoya volvió a aparecer en el minuto 37 para cargar sobre Benzema en una acción que el colegiado vio como penalti que Cristiano marcó para poner el 0-2. Una acción que en cierta manera salvó a un Madrid que estaba comenzando a verse agobiado por el Valencia. Al descanso se llegó con ese resultado.
La segunda mitad fue totalmente distinta a la primera. El Madrid, como de costumbre, bajó el ritmo de una manera alarmante y el Valencia, con Parejo al mando, comenzó a cerrar a los blancos en su área. El público apretaba en la grada a sus jugadores y al árbitro al que no paraban de pedirle penaltis en cada caída en el área. El Valencia estaba pasando por encima de un Madrid desaparecido al que no le duraba nada el balón. El 1-2 no podía tardar en llegar y lo hizo Santi Mina en el minuto 59. Ese tanto hizo que el Valencia se viniera aún más arriba y rondó el empate en más de una ocasión. Keylor Navas, con un paradón a Parejo en el minuto 67. Zidane decidió mover el banquillo para cambiar el partido y acertó. Quitó a Bale y Benzema para poner a Lucas y Asensio. La entrada de los dos jugadores hizo que el Madrid tuviera más balón y, sobre todo, que fuese un equipo más equilibrado en defensa. Eso pasó en el minuto 78 y a partir de ahí, el Madrid pasó de dominado a dominador de un Valencia que buscó la remontada con Zaza.
A pesar de los intentos locales, se veía que con Lucas y Asensio en el campo, el Madrid ya no sólo no sufría tanto si no que estaba más cerca del 1-3. Y llegó en el minuto 84. Jugada entre Asensio y Marcelo que culminó el brasileño para sentenciar el encuentro. La guinda la puso Kroos en el 89’ al marcar el 1-4 tras un gran taconazo de Kovacic que había entrado por Modric. Ahí se acabó un partido que ganó el Madrid con más solvencia en el marcador que en el campo
Los dos penaltis que hizo Montoya y marcó Cristiano marcaron el partido